6/3/11

enezuela y África, ¿qué pasó con el "pájaro de juventud" esperanzador de Ernst Bloch?

Venezuela y África, ¿qué pasó con el "pájaro de juventud" esperanzador de Ernst Bloch?

Por: Franz J. T. Lee

De la misma manera que una mente humana sensible no soporta por mucho tiempo esa  "música" moderna infernal que viene martillándonos los tímpanos día y noche desde cualquier miniteca, radio o incluso televisor, contaminando así el aire en todo el planeta, de manera similar y con pocas excepciones, duele en los oídos escuchar aquel ruido eterno estertor y crepitante de todas las palabras claves irreflexivas que nos inundan desde los medios de comunicación, como por ejemplo humanitario, revolución, socialismo, cambio, el proceso, el nuevo hombre, la democracia y la paz. La mayoría de estos términos han perdido sus connotaciones cognitivas originales, son ideológicamente infiltrados y son soplados alrededor del globo como hojas secas en el viento caliente.

Por cierto, hay muchos de nosotros que estudiamos con seriedad los conceptos anteriores, tratando de llenarlos de contenido emancipatorio transhistórico. Sin embargo, la gran mayoría de los pueblos a escala mundial, como consecuencia de la "guerra de ideas" que se está desenvolviendo más que nunca en estos momentos, están siendo bombardeados con canciones alienantes y lemas vacíos, además de ser 
violados mediante las tecnologías de la disociación patológica, los mensajes subliminales, el terror psicológico, la "disonancia cognitiva" y la infiltración cognitiva, siendo el mejor ejemplo para estos programas el reciente auge de la página web 'Wikileaks' que es nada más que otra arma de la CIA en la guerra de cuarta generación. 


Al final, cuando están listos con nosotros, los jóvenes y los estudiantes ya no seremos capaces de distinguir la ideología de la teoría o la práctica de la praxis. La juventud en general, pero también la mayoría de nuestros estudiantes no tienen ni la más remota idea de lo que significan términos como revolución, socialismo, capitalismo, paz o democracia. Aquí en Venezuela todos los días podemos ser testigos de este estancamiento político de identificación y conceptualización. En nuestros seminarios universitarios o debates públicos, la reflexión teórica se está degenerando en puro aprendizaje de memoria.

En el siglo 20 a la altura de las revueltas estudiantiles y las campañas contra la guerra de Vietnam, el apartheid en el sur de África, el sionismo en Israel y el imperialismo mundial, el filósofo marxista alemán del 'principio de la esperanza' Ernst Bloch indicó que está en el aire un cambio radical de la época, es decir, que el weltgeist y el zeitgeist de la época iban a dar paso a una nueva era, a lo Nuevo. Que el trabajo humano alienado iba ser superado por la creatividad emancipatoria y la creación humana y, como tales, los mitos divinos iban desvaneciéndose y que una nueva época de acelerada creación humana sin restricciones iba a amanecer en el horizonte planetario. Por otra parte, Bloch hizo hincapié en que la futura esperanza de la humanidad iba a nacer en la 
juventud, en la juvenilidad.

La cuestión central sigue siendo: Venezuela y África, ¿qué pasó con el "pájaro de la juventud" inspirado por la esperanza de Ernst Bloch? ¿Será que ya cayó muerto de los cielos contaminados con las 'chemtrails' de la OTAN?

¿Cuál fue realmente el nivel de conciencia y conocimiento al que llegaron los estudiantes y jóvenes de la década de 1960?

¿Dónde están hoy todos sus pensamientos y actos de aquel entonces?

* ¿Será que a nivel mundial ya hemos perdido dos generaciones enteras de jóvenes en las últimas décadas o es esto sólo la calma antes de la tormenta?

* Y ¿quiénes siembran el viento transiluminador, acaso son los trabajadores del mundo?

* ¿Dónde está la revolución mundial permanente y la Internacional de los trabajadores?

Por lo tanto, Venezuela y África, ¿qué es lo que la juventud y los estudiantes del siglo 21 tenemos que estudiar con carácter de urgencia para entender lo que está sucediendo en el norte de África y el Medio Oriente hoy en día?

Siempre desde la victoria política del capitalismo - como nuevo modo dominante de la destrucción - sobre el feudalismo europeo del siglo 19, muchos eruditos en materia del socialismo científico y filosófico han estudiado y desentrañado seriamente la esencia objetiva física explotadora del vandalismo capitalista, su existencia subjetiva social alienante y su mortalidad militar bárbara. Entre los estudiosos socialistas destacan Karl Marx, Friedrich Engels, Rosa Luxemburgo, 
Vladimir I. Lenin, León Trotsky, Eduardo Galeano, Mao Zedong, Kwame Nkrumah, Ernest Mandel, Samir Amin y otros, cuyas obras son respetados en todo el mundo, incluso por sus más feroces adversarios académicos liberales. Fueron ellos los que identificaron las leyes tendenciales internas del sistema de la revolución burgués - democrático-capitalista. Ellos transiluminaron con la incisión 
científica y la precisión filosófica el inexorable camino belicoso y terrorista del imperialismo hacia la globalización, es decir, hacia la explotación global de todos los recursos naturales, hacia un gobierno único mundial fascista, hacia la militarización totalitaria y hacia la criminal puesta en marcha del autoritario control mental y físico, consiguiendo así la destrucción total de las facultades del pensar de la humanidad trabajadora.

Entre las leyes tendenciales del desarrollo transhistórico del capitalismo 
mencionadas anteriormente, cuya veracidad se pudo comprobar hoy más que nunca, están la competencia brutal, la concentración, la monopolización y la destrucción beligerante del capital. En este momento estamos presenciando en todo el planeta una explosión geométrica del empobrecimiento, del hambre, la pobreza y la miseria de miles de millones de personas, especialmente en África, Asia y América. No hay nada obsoleto en la praxis y la teoría marxista. El socialismo es la negación dialéctica del capitalismo, es el no-capitalismo o anti-capitalismo; por lo que el marxismo sólo quedará obsoleto cuando el capitalismo en sí se desvanece en una conflagración galáctica, en una entropía cósmica.

Para saber qué es el marxismo hay que saber qué es el capitalismo, y viceversa. Son opuestos contradictorios, dos caras, la unidad y la contradicción del mismo proceso histórico actual, de la revolución capitalista, es decir, de la globalización - como lo explicaron Marx y Engels en 1848 en su "Manifiesto del Partido Comunista".

Hoy podemos ver claramente que la globalización es nada más y nada menos que el intento beligerante de los Estados Unidos de América y sus aliados, encabezado por la OTAN y todos sus 'comandos' militares en el mundo, para lograr la victoria capitalista político-militar final, para completar la única verdadera revolución exitosa que ha existido en este planeta, que es por supuesto la nefasta revolución burguesa democrática capitalista global.

Lo único que podría poner fin a esta "revolución mundial permanente" es 
superarla, trascenderla con la emancipación humana a escala global, con la creatividad de miles de millones capaces de crear, crear un mundo nuevo, el hombre nuevo, es decir, la Madre Naturaleza de nuevo. Este sería un tema para otro escrito colectivo.

Sin embargo, ¿cuál es nuestro verdadero problema? ¿El capitalismo? ¿De verdad? ¿O sólo queremos nuestra "privacidad", nuestro carpe diem, nuestra "paz" para tener un trabajo, para consumir, para vegetar en la inmediatez del punto cero de una no-existencia miserable?

Si este no es el caso, entonces, en términos simples ¿qué es el capitalismo? ¿Qué es de facto el capitalismo para miles de millones de personas en África?

En otros escritos hemos resumido la quintaesencia contradictoria de la 
producción capitalista global, del proceso imperialista de la globalización de la siguiente manera:

* La explotación económica de la Naturaleza y de la fuerza física del trabajo humano;
* la dominación política por medio de la maquinaria del Estado de las clases dominantes o de las élites del poder;
* la discriminación social, las relaciones del tipo amo-esclavo, el racismo, el apartheid, el sionismo;
* la militarización, las guerras mundiales, el genocidio, la dominación de 
espectro completo, las 'fuerzas de mantenimiento de la paz', los comandos globales, el 'humanismo' militar;
* la alienación, la religión, la ideología, la destrucción del pensamiento 
humano, los montajes y falsos positivos mediáticos, las mentiras, "wikileaks", la "educación" malintencionada, la desinformación por parte de los medios de comunicación controlados por las corporaciones, la "guerra de ideas", las operaciones psicológicas, la 'infiltración cognitiva' del enemigo, el control mental y físico, el Holocausto Mental Global.

Si encontramos cualquiera de estos atributos en cualquier Estado o sociedad de nuestro planeta Tierra, entonces podemos estar seguros de que este definitivamente está atrapado en las garras corporativas y entre los colmillos imperialistas del capitalismo mundial. Sabiendo esto podemos por lo menos tener una idea de lo que no debe ser el anti-capitalismo o el socialismo.

El socialismo es la negación de esta afirmación capitalista, que es su 
quintaesencia, es el opuesto dialéctico del capitalismo.

¿En qué medida esto debe preocupar a los trabajadores de África, América o Venezuela?

Es la revolución, es decir, la revolución capitalista la que provocó la actual explotación, dominación, discriminación, militarización y alienación globalizada. Raramente ahora todo el mundo está viendo todo tipo de revoluciones en todas partes. En el momento todos hablan de las revoluciones en el norte de África y Oriente Medio. ¿Revoluciones? Si esto se llama revolución, entonces mañana podríamos ver una revolución de Vatel en la sartén, o una revolución en la Luna o en Marte.

Lo que no sabemos es que tenemos tanta razón. Incluso Marx confirmó lo que estamos sospechando. Vivimos en la época de una acelerada revolución mundial capitalista, de la globalización. Como Marx explicó, no hay nada que ha revolucionado la producción humana más que el capitalismo, que la revolución capitalista; ella es el dínamo, el cordón umbilical de la acumulación de capital y poder.

No existen las revoluciones del arco iris o de color, todas son diferentes 
apariencias de la misma y única revolución mundial capitalista . Millones y millones de personas han muerto en nombre de esta "revolución" y todavía el capitalismo nos sigue revolucionando incluso fuera de nuestra existencia.

Para evitar un cataclismo apocalíptico de la humanidad provocado por el propio hombre, es de ultra-importancia investigar a profundidad la fraseología ideológica que estamos utilizando y reemplazarla por conceptos y teorías reflexivas para una praxis emancipatoria creativa a nivel global.

El que no espera lo inesperado, nunca ni encontrará lo Nuevo, ni lo será. 
http://www.franzlee.org.ve 
franzjutta@cantv.net 

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