África agoniza en el subdesarrollo
Escrito por Rafael Contreras
Martes, 12 de octubre de 2010.
África acapara hoy los mayores índices de pobreza, hambre y enfermedades del mundo y transfiere a Occidente anualmente más del 40 por ciento de sus recursos naturales, para obtener a cambio la agudización de sus problemas.
Además del saqueo de sus recursos por las transnacionales, gravita sobre el continente una ingente deuda externa, de la cual no sabe cuando saldrá.
Entre tanto, la violación permanente de las reglas del comercio por los países ricos, los que mediante el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, compelen a los mercados africanos a abrirse a sus productos industriales y agrícolas subsidiados y llevan a la quiebra a agricultores y empresarios locales.
Recientemente el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (INICEF) advirtió que la sequía y el alza de los precios de los productos alimentarios pueden provocar en Etiopía una hambruna similar a la que sufrió el país en 2003, e hizo un urgente
llamado de ayuda a la Comunidad Internacional.
La situación es muy dura, dijo en Ginebra la directora adjunta de UNICEF, Hilde Johnsson, quien instó a actuar de modo que no se repita lo ocurrido cinco años atrás.
Pero riesgos similares a los que amenazan a Etiopía, son comunes en el llamado continente negro, donde la crisis alimentaria se extiende de cabo a rabo y proliferan aún más que nunca las muertes a causa de la malaria, el sida y otras pandemias, además de las provocadas por la pobreza crónica.
Pese a disponer de cuantiosos recursos, como por ejemplo, cerca del 10 por ciento de las reservas mundiales de petróleo y el 12 por ciento de los suministros, amén de abundantes yacimientos de oro, diamantes y otros valiosos minerales, suman millones los fallecidos anualmente por enfermedades.
Según ONU, como consecuencia de la pobreza, insalubridad y los estragos provocados por pandemias como la malaria, el sida, la tuberculosis y otras, un niño que nazca hoy en cualquier país de África subsariana tendrá por delante una esperanza de vida de sólo unos 30 años.
En contraste, uno que vea la luz en Japón, entre las principales naciones desarrolladas, lo más probable es que llegue a cumplir 80 años o más.
En efecto, la vida encuentra aún muchos obstáculos en África, donde se enseñorean el hambre, la pobreza, las enfermedades y el analfabetismo, que cuales cuatro jinetes del Apocalipsis bíblico llenan de calamidades el continente. La crisis de los altos precios de los alimentos que se expande por el mundo golpea hoy con mayor fuerza a las naciones subdesarrolladas, en particular las de África.
El presidente del Banco Africano de Desarrollo (BAD), Donald Keberuka, informó recientemente en Túnez que los mil millones de dólares que la entidad sumará al fondo inicial de tres mil 800 millones de dólares destinados a la agricultura en el continente resultarán insuficientes.
Precisó que el déficit alimentario en África asciende a 35,8 millones de toneladas, y entre los países más afectados mencionó a Burkina Faso, Liberia, República Centroafricana, Etiopía y Congo Democrático, incluso Egipto.
Actualmente de los cerca de 800 millones de personas que habitan en esa área geográfica, no menos de 300 millones sufren la pobreza extrema.
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=228186&Itemid=1
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