África: desde hace siglos viviendo en el abismo racista de la barbarie capitalista
Por Franz J. T. Lee
Cuando estamos sentados al pie del faro, apenas podemos ver sus luces de advertencia del peligro inminente. Actualmente nuestro barco global del Estado, nuestro Titanic, está dirigiéndose hacia las rocas del desastre. Ningún gran dios, ninguna gran idea, ningún gran hombre, ningún Herrenvolk puede salvarnos de la autodestrucción del hombre, al menos que la sociedad global en relación con la naturaleza galáctica se deshicieran de esa barbarie de doble cabeza que son el Trabajo y el Capital. En estos momentos las “grandes potencias” están activando sus armas mortales de destrucción masiva, la puesta en marcha de la propaganda política fascista del tipo Goebbels y del control mental y físico total. Por otra parte, HAARP, la geo-ingeniería, los experimentos transgénicos y la guerra geofísica están haciendo estragos en nuestro planeta. Desapercibido por el público en general, por las masas consumistas, las víctimas del pan et circenses, todo esto ya se había aplicado desde hace décadas. A una velocidad impresionante superamos la edad pre-orwelliana a la era post-’Hermano Mayor’.
Por todas partes, en África, América, Asia y otros lugares, podemos notar los efectos devastadores de lo que hemos determinado como el “Holocausto Mental”. Incluso aquí en Venezuela, la Revolución Bolivariana tiene gran dificultad para diferenciar entre la praxis y la práctica, entre la teoría y la ideología, entre la desalienación y la religión.
La verdad global nos mira directamente nuestras caras de asombro, pero especialmente en los países metropolitanos son muy pocos los cerebros que quedan para conocer la verdad, para ser libres, para liberarnos de las cadenas de la ilusión, para evadir el epicentro del vandalismo en los cielos, de la dominación de espectro completo, de la barbarie solar. Los miles de millones de trabajadores, los ‘condenados de la tierra’, son víctimas de siglos de explotación económica, dominación política y discriminación social, del racismo. Fue especialmente este último que ha cobrado su precio, principalmente en África, pero también aquí en Venezuela. En la modernidad no hay racismo sin capitalismo y viceversa. Erradicar el racismo es aniquilar el capitalismo; aquí en Venezuela apenas hemos introducido algunas “misiones” sociales muy necesarias que se dirigen contra el racismo capitalista, pero todavía nos falta realizar un proyecto verdaderamente anti-capitalista.
En este breve comentario vamos a demostrar la hipocresía farisaica de las clases dominantes, mostrar lo que dicen, sus grandes mentiras y lo que hacen o tienen en mente por hacer muy pronto. Por ejemplo, de acuerdo con Bill Gates de Microsoft, entre otros, la idea es reducir la pobreza mundial mediante la reducción de los pobres mismos a sólo dos mil millones. Sí, escuchamos bien, esto no es una teoría de la conspiración, no es antisemitismo ni jerga ‘comunista’, lo promulga uno de los más acérrimos capitalistas del siglo 20 y de la actualidad.
Bill Gates, en una presentación en una conferencia de tecnología, entretenimiento y diseño (TED) en febrero de 2010, habló sobre el desafío del calentamiento global y las medidas eficaces para hacer frente a ello, como lo son la reducción drástica de la población mundial mediante un agresivo control de la población, tal como las vacunas y los “servicios de salud reproductiva”.
(Véase: http://www.youtube.com/watch?v=DhwN6H8h_SY&feature=related)
En Venezuela o en África ni siquiera existe la opción entre el socialismo o la barbarie. Son miles de millones que sólo tienen la “opción de Hobson”, que se trata del socialismo mundial inmediato o la desaparición de la humanidad en este mismo siglo 21. Los ‘miserables’ de África y de toda la Humania del Sur, nacieron, vivieron y murieron en la barbarie desde la revolución neolítica, desde la división del trabajo, desde el mercado mundial capitalista, desde el trabajo forzoso y la esclavitud.
Nuestros países de la Humania del Sur no sólo eran clasificados como países bárbaros y semi-bárbaros por Karl Marx y Friedrich Engels en su Manifiesto del Partido Comunista, es que vivimos y morimos en la violencia constante y en la barbarie desde los tiempos de nuestro ‘descubrimiento’ por las clases dominantes feudales y capitalistas europeas; y esto vale especialmente para el África, donde el vandalismo de la explotación sigue persistiendo hasta este mismo instante.
La única verdadera barbarie moderna, que va de la “democracia” al fascismo, es el capitalismo, es la globalización.
Durante la esclavitud colonial, durante la dominación de la East India Company de los neerlandeses en el sur de África, por Cecil Rhodes (“Yo anexaría los planetas si pudiera.”) en Rhodesia, por el colonialismo ultra-portugués en Guinea-Bissau, por la aniquilación genocida en el “Congo Belga” y por la ‘asimilación’ francesa en el Norte, África fue forzada en una existencia infra-humana, en un estado vegetal de la barbarie abierta. A esta subyugación económica y política se sumó un holocausto intelectual social, una “educación para la barbarie” (en las propias palabras de Isaac B. Tabata). Hasta el día de hoy África está experimentando la barbarie globalizada a nivel educativo.
En África nunca se declaró ninguna “Carta de los Derechos”, “Constitución” o algo parecido a los “Derechos Humanos”. No habrá nunca reparación alguna, no se organizará una comisión de la verdad y nunca se fomentará una dignidad humana; a excepción de muchos buenos deseos en las conferencias de diversas cumbres, nunca se hizo algo concreto al respecto. África cada vez más se hunde en el atolladero del imperialismo, en la apropiación ilegal de tierras, el robo de todos sus recursos humanos y naturales; lo más triste de esto es el hecho que algunas elites africanas participan en esta barbarie imperialista.
Entonces ¿para quiénes se hicieron las siguientes declaraciones?
“Consideramos estas verdades como auto-evidentes, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador con ciertos Derechos inalienables, entre los cuales están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad” (Declaración de Independencia de 1776).
“Cada asociación política tiene como objetivo la preservación de los derechos naturales e imprescriptibles de los hombres. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión” (Art. 11, Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789).
Sí, los estudiantes africanos tienen que aprenderse la “Politeia”, que establece que ellos, los esclavos, son “Herramientas que hablan” (Aristóteles). No forman parte de la famosa “Zoon Politikon”. Sólo son bárbaros.
Nos gustaría oír lo que el Presidente de los Estados Unidos piensa de las siguientes declaraciones del famoso filósofo del Estado prusiano, G.W.F. Hegel, de Montesquieu y de Voltaire de la Ilustración burgués-capitalista.
“Lo característico del negro (de África) es que su concepción del mundo no alcanzó ninguna objetividad definida todavía, por ejemplo, Dios, la Ley, que reflejaría una voluntad humana, y en la cual podría experimentar su esencia. ... El negro representa el ser humano natural, aún en un estado de salvajismo y desenfreno total. ... El negro muestra una total falta de respeto, un desprecio hacia la humanidad. ... Para él, la humanidad no tiene valor, esto toma formas increíbles; para él, la tiranía no es injusticia, y una costumbre de aceptación general es devorar la carne humana. ... Otra característica de los negros es la esclavitud. ... En su propio continente los negros experimentan una esclavitud peor que la esclavitud de los negros europea. ... La expresión fundamental de la esclavitud es precisamente que el hombre aún no es consciente de su libertad, por lo tanto, se degenera en una cosa, en algo sin valor humano alguno. ... Dejemos a África, por no mencionarla más, porque no es un continente histórico, porque carece de movimiento y desarrollo, ... porque sólo aparece vagamente en el umbral oscuro de la historia del mundo” (G.W.F. Hegel, Extractos de: LECCIONES SOBRE LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA. (Mi libre traducción, enfatizando la arrogancia “racista”).
Bueno, como si esto no fuera suficiente, oigamos ahora a Montesquieu quien fue muy claro en sus reflexiones sobre quién tiene un alma, claro, un alma blanca, y quien no la tiene:
“Es casi impensable que Dios, que es todo lo bueno en sí, podría haber decidido a poner un alma - por no hablar de un alma buena - en un cuerpo tan negro y repulsivo como el de un negro.” (Montesquieu, “Esprit des Lois”, Libro XV, Capítulo 5).
Esto fue la justificación ideológica para el racismo, para la explotación, la dominación y la discriminación social, esto es la barbarie pura, hasta el día de hoy. En nuestra actualidad se parecen mucho los argumentos racistas de los países metropolitanos para justificar la invasión militar de los territorios árabes o latinoamericanos.
Ahora, Venezuela amplia sus relaciones amistosas y diplomáticas con África. ¿Qué piensan Mitsubishi, Repsol, Exxon Mobil y Chevron-Texaco de los millones de africanos?
En realidad, deberíamos investigar lo que hicieron y nos están haciendo aquí a nosotros, a los pueblos indígenas y a la naturaleza.
Voltaire, que participó activamente en el comercio de esclavos nos dijo qué es lo que piensa un “capitalista corporativo” de un africano:
“La raza negra es una especie de hombres tan diferentes de la nuestra como lo es la raza de los perros espaniel de la de los greyhound. ... Si su comprensión no es de naturaleza distinta a la nuestra, por lo menos es muy inferior. Ellos no son capaces de la aplicación o asociación importante de las ideas, y parecen formados ni para las ventajas ni los abusos de la filosofía.”
(Voltaire, Obras.)
Montesquieu puso el punto sobre la “i”:
“¡Es imposible para nosotros suponer que estas criaturas son seres humanos!”
Sí, en caso de que todavía no lo hemos notado, existen dos especies diferentes del “Ser Humano”, del “Hombre” en el planeta Tierra: “homo trabajador “ y “homo capitalista”, el esclavo y el amo, que viven en la lucha de clase global.
Ahí tenemos hablando el único y verdadero “hombre blanco de la clase dominante”, mientras que su “carga”, los africanos, los latinos y los árabes son considerados los “no-hombres”, los “no-seres humanos”, --- y sin embargo, es tan difícil de explicar esto a muchos de nosotros, que en gran medida ya tenemos el cerebro lavado y nos han destruido nuestras capacidades de pensar.
Esta manipulación racista contra los árabes, los chinos, los africanos, los latinos y otros ‘Hijos de Ham’ continúa en nuestros medios de comunicación más importantes.
Un siglo más tarde, en 1953, el arquitecto del apartheid, Hendrik Frensch Verwoerd describió claramente las actitudes fascistas del Herrenvolk de Sudáfrica con respecto a los “derechos humanos” de los negros “no europeos”.
En un discurso parlamentario en 1953, Verwoerd dijo:
“No hay lugar (para el nativo) en la Comunidad Europea por encima del nivel de ciertas formas de trabajo ... Hasta ahora ha sido sometido a un sistema escolar que lo sacó de su propia comunidad y lo engañó mostrándole los verdes prados de la sociedad europea en donde no se le permitió pastear”.
(Tomado de Nacionalismo Africano por N. Sithole, 1961. Véase: Franz J.T. Lee, La Anatomía del Apartheid en Sudáfrica, publicación del Alexander Defense Committee, Nueva York, 1966. Para más información, véase también:
http://www.franz-lee.org/files/anatapar.html -
http://en.wikipedia.org/wiki/Hendrik_Verwoerd)
Dibujando los “negros” como animales de pastoreo en los prados ‘blancos’, Verwoerd sólo estaba utilizando el lenguaje oficial de la raza superior en el sur de África.
En “Educación Bantú, Política para el Futuro Inmediato” (1954), Verwoerd escribió:
“La educación (bantú) debe pararse con ambos pies en las reservas y tener sus raíces en el espíritu y la existencia de la sociedad bantú ... Su educación no debe entrar en conflicto con la política del Gobierno ... Si al nativo del sur de África hoy se le enseña a esperar que va a vivir su vida adulta bajo una política de igualdad de derechos, se está cometiendo un gran error.” (Ibíd.)
J.G. Strijdom, que sucedió a Malan como primer ministro sudafricano, describió “baasskap” de la siguiente manera: “Nuestra política es que los europeos deben mantenerse firmes y deben seguir siendo Baas (señores, amos) en Sudáfrica. Si rechazamos la idea del Herrenvolk (raza superior) y el principio que el hombre blanco puede permanecer Baas, si la franquicia se extendiése a los no europeos, y si a los no-europeos se les da la representación y el voto y los no europeos se han desarrollado sobre la misma base que los europeos, entonces ¿cómo pueden los europeos seguir siendo Baas? Nuestra opinión es que en todas las esferas el europeo debe conservar el derecho a gobernar el país y mantenerlo como país del hombre blanco.” (Ibíd.)
A nivel internacional el ‘Baasskap’, el apartheid, la ideología y el racismo son más virulentos que nunca. Sólo desaparecerán cuando su origen, que es la relación entre amo y esclavo, en otras palabras, cuando el capitalismo mundial se desvanecerá en el olvido galáctico. Esto nunca lo entendieron nuestros héroes internacionales, incluyendo a Nelson Mandela y el “Congreso Nacional Sudafricano (ANC)”. Frantz Fanon y Kwame Nkrumah sabían que la emancipación histórica objetiva radical es el único y verdadero camino hacia la libertad total. Las apariencias del apartheid han cambiado, pero su quintaesencia explotadora es más virulenta que nunca a lo largo y ancho de todo el continente africano.
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