Jutta Schmitt: Aportes teóricos al debate
revolucionario en Venezuela
Protocoles del Círculo de Estudios 'El Momoy' de Chiguará, Estado Mérida, Venezuela
revolucionario en Venezuela
Protocoles del Círculo de Estudios 'El Momoy' de Chiguará, Estado Mérida, Venezuela
Publicado: Martes, 05 de Abril de 2005
Articulo por: Jutta Schmitt
Jutta Schmitt: Aportes teóricos al debate revolucionario en Venezuela I - II
- Por parte del Círculo Bolivariano de Estudios „El Momoy“, Chiguará.
- Resumen de las sesiones del 20 y 27 de Marzo y del 03 de Abril de 2005.
Jutta Schmitt de la Universidad de Los Andes (ULA) escribe:En las sesiones del 27 de marzo y 03 de abril, nos han honrado con su visita una dirigente de una de las comunidades que conforman el municipio Chiguará y dirigente político del MVR, el actual Consejal del municipio Chiguará, y una delegación de tres representantes de la Caja Rural de Chiguará.
Hemos intercambiado ideas sobre un posible Núcleo de Desarrollo Endógeno en Chiguará, y hemos coincidido en la tremenda necesidad de que las comunidades arranquen definitivamente con un proceso de conscientización política y social que vaya más allá de sus necesidades e intereses inmediatos.
Quedó como propuesta en el tapete la creación de un „mini-semanario“ en el cual recogeríamos ideas, realidades, necesidades y posibilidades de Chiguará, y que contenga también una dosis de debate teórico-político sobre la Revolución Bolivariana con sus avances, retrocesos y perspectivas.
Las últimas sesiones han girado en torno al tema de la ideología, desde el punto de vista conceptual. Antes de entrar en la explicación conceptual de la ideología, hemos retomado el ejemplo del termino „desarrollo“, para ilustrar y develar su contenido ideológico. En este sentido, hemos recordado que:
Existe una relación directa entre el saqueo indiscriminado de la riqueza de los países del hoy “Tercer Mundo”, extraída por los colonizadores europeos mediante el trabajo forzado y esclavizado de las poblaciones indígenas y de los esclavos Africanos “importados” para tal efecto, y la acumulación del capital comercial y monetario europeo, que creó las condiciones favorables que luego impulsaron la revolución industrial en Europa Occidental.
Por ende y históricamente, el „desarrollo“ industrial de Europa se debe en gran parte a la constitución del mercado mundial con la sistemática explotación de las riquezas de los países del hoy „Tercer Mundo“, la extinción de sus modos de producción y civilizaciones propias, y su inserción económica desigual al mercado mundial, que cimentó y perpetuó su dependencia de los países metropolitanos. En otras palabras, el desarrollo de Europa se debe al subdesarrollo de los países colonizados por ella.
En el plano ideológico, no sólo se nos ha querido vender la idea, de que podamos imitar el „modelo de desarrollo industrial“ Europeo, sino que esta monstruosidad que se llama „mercado mundial“ era la única forma de „encuentro“ comercial y cultural posible, cuando en realidad, siglos antes del „descubrimiento“ de América por Cristóbal Colon, los Africanos habían mantenido constantes intercambios comerciales y culturales con nuestra América (México y Guatemala), sin que esto hubiese significado la destrucción y aniquilación de una de las partes, tal y como sucedió cuando el naciente modo de producción capitalista-burgués Europeo chocó tan violentamente con nuestros propios modos de producción.
Como el „desarrollo“ de los Europeos (y más tarde Norteamericanos) ha significado, para nosotros y nuestros países, el subdesarrollo, o sea, como lo que se ha desarrollado en nuestras latitudes es el subdesarrollo, no es viable seguir planteándonos nuestra actual problemática económica, política y social en terminos del „desarrollo“, y menos de un „desarrollo“ orientado en el „modelo“ de nuestros antiguos colonizadores, que es un nefasto modelo genocida y atropellador.
Hemos concluido entonces, que hay que tenerlo bien claro, que el concepto „desarrollo“ encierra un fuerte contenido ideológico, cuyo fondo consiste en la ilusión de poder imitar o repetir un proceso histórico, cuyo resultado es precisamente la barbárie que hoy existe en todos los niveles a escala mundial.
Hipotéticamente hablado, de poco nos serviría, si bajo la inversión de las premisas pudieramos „repetir“ aquél „desarrollo Europeo“ para que saliéramos ganando nosotros a costo del subdesarrollo del resto del mundo.
En otras palabras, no se trata de invertir las posiciones dentro de unas relaciones de producción intrínsecamente perversas, sino de acabar con estas mismas relaciones de producción capitalistas, donde el desarrollo y la prosperidad de algunos necesariamente implica el subdesarrollo y la miseria de los demás.
Entrando luego en materia propiamente conceptual, hemos hecho un esfuerzo por definir el concepto „ideología“, es decir, identificar su contenido y así refinar nuestra comprensión de este concepto, con miras a una posterior, enriquecedora y constructiva „Crítica a la Ideología Bolivariana“, que nos proponemos realizar en la medida en que avancen nuestras reflexiones y discusiones al respecto. Partiendo del análisis realizado por el inolvidable escritor y poeta Venezolano, Ludovico Silva, en su libro „Teoría y Practica de la Ideología“, hemos constatado lo siguiente:
„Ideología“ es el reflejo mental generalizado de nuestra realidad objetiva existente, que es la sociedad de clases antagónicas, basada en el modo de producción capitalista, y tiene la función de velar su caracter explotador, dominador, discriminador y alienador, y de presentarla como algo natural y perpétuo, para que sus integrantes se conformen con el estatus quo, que es esencialmente perverso y destructor.
„Ideología“ es propulsada y generalizada por aquella clase social que domina sobre el resto de la sociedad, es decir, que sostiene los medios de producción – y, agregaríamos, también los medios de comunicación -, haciendo prevalecer aquellas percepciones, interpretaciones y conductas que le son propicias, es decir, que siguen osificando y cosificando el estatus quo en beneficio de la clase dominante. En palabras un tanto complicadas de Marx, citados por Ludovico Silva: „Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, son también las que confieren el papel dominante a sus ideas.“
La ideología está compuesta de dos componentes, un componente consciente y un componente subconsciente. El componente consciente hace, que percibamos y afirmemos „conscientemente“ las ilusiones sobre nuestra realidad (hecho denominado „falsa conciencia“ por Federico Engels). Aquí inciden factores como nuestra educación, tradición, religión, normas y valores, que forman parte y son expresión precisamente de la misma ideología dominante.
- El componente subconsciente opera en el plano de la manipulación psicológica y del acondicionamiento de la psiquis humana en función de responder afirmativamente a los estímulos del sistema.
Aquí inciden factores como el miedo, el deseo, la represión y desvirtuación del eros (=sexualidad y energía vital), los mecanismos psicológicos de evasión, y la canalización de todos estos elementos hacia la satisfacción de las necesidades artificales creadas por el sistema, es decir, el consumismo. (Ludovico Silva habla, a este respecto, de la „plusvalía ideológica“ que el sistema capitalista saca de la clase trabajadora en su tiempo libre y de „recreación“).
El arma contra la ideología lo constituye una conciencia de clase, que tome en cuenta a estos dos „topoi“ (=griego: lugares) donde opera la ideología: la dimensión consciente y la dimensión subconsciente, en función de penetrar y revolucionar a ambas. (Este es también el „topos“ de la revolución cultural.) Sólo una consciencia de clase en este sentido puede llevar a cabo la hoy más necesaria que nunca crítica de la ideología en todas sus formas y expresiones, y convertir, si fuese necesario, „el arma de la crítica en la crítica de las armas“ (Marx).
Ante este inventario preliminar del concepto ideología, hemos insistido en la necesidad de contraponerle el concepto teoría, demarcándolo de la siguiente manera:
Si la ideología tiene como función la preservación del orden social capitalista existente, operándo con ilusiones, realidades virtuales, realidades parciales aisladas, estáticas y por ende absolutas (monolíticas), nuestra teoría tiene que ser dirigida hacia la revolución-transformación del orden social existente, valiéndose del principio de desilusión, y operando con realidades reales, realidades parciales combinadas, dinámicas y por ende relativas (=transformables).
Si la ideología está dirigida hacia la perpetuación de la práctica, que es el quehacer diario inconsciente, repetitivo, pasivo-receptivo, conformista y consumista, nuestra teoría tiene que ser dirigida hacia la dinamización y aceleración de la práxis, que es la actuación revolucionaria consciente, nueva, activa, crítica y creativa.
Hemos quedado en analizar y discutir, en la próxima sesión (17 de Abril), una posible tercera dimensión de la ideología, que tiene que ver con la condición objetiva y subjetiva de las clases dominadas en los países del „Tercer Mundo“, en contraste con aquellas de los „Países Metropolitanos“. También quedan por discutir los conceptos de „práctica“ y „práxis“, y el concepto de „lo nuevo“, en función de guiarnos en nuestro pensar y actuar consciente, revolucionario, diario.
Jutta Schmitt
http://spanish.vheadline.com/readnews.asp?id=29463
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Publicado: Domingo, 10 de Abril de 2005
Articulo por: Jutta Schmitt
Aportes Teóricos al Debate Revolucionario III
Jutta Schmitt de la Universidad de Los Andes (ULA) escribe: Hemos establecido, hace ya algún tiempo atrás, un Círculo Bolivariano en Chiguará / Edo. Mérida, en el marco de lo cual nos estamos reuniendo regularmente para analizar y discutir nuestra realidad política actual, y proveernos con un fondo teórico de lo que está pasando en nuestra Venezuela Bolivariana y en el mundo. En la medida de lo posible, estamos tratando de sintetizar nuestros análisis y debates en forma de protocolos después de cada sesión, y queremos compartir nuestra experiencia teórica con ustedes, para la discusión, revisión y para impulsar iniciativas similares.
En esta primera reunión hemos establecido los lineamientos generales de las sesiones y discusiones a realizarse, en los terminos siguientes:
- Dentro de nuestro enfoque común, fomentaremos el pensar propio y la diversidad del pensamiento para evitar que caigamos en un „pensamiento único“, que no sería otra cosa que continuar siendo atrapados en los laberíntos peligrosos de la ideología (1).
- En lo que es y será nuestra teoría y práxis revolucionaria-emancipatoria, nos adheremos siempre a nuestros sueños diurnos juveniles, y en este sentido conservaremos y fomentaremos nuestra propia creatividad e individualidad dentro del colectivo.
En nuestro esfuerzo por comprender nuestra realidad contemporánea global y Venezolana, y por definir y entender la Revolución Bolivariana para poder contribuir con nuestro grano de arena a su buen éxito, nos hemos visto obligado entrar en el contexto histórico general, dentro de lo cual se desenvuelve nuestro presente inmediato. Resulta que:
Nosotros entendemos la historia como el proceso de trabajo (2) histórico, con sus cinco características principales:
1. La explotación económica
2. La dominación política
3. La discriminación social
4. La militarización universal
5. La alienación humana
Hasta ahora, todas las revoluciones sociales se han sucedido y han permanecido dentro del propio proceso de trabajo con sus características enumeradas; es decir, dentro de un sistema cerrado (3).
Con ésta limitante en mente, nos hemos adentrado al proceso de trabajo, a la historia, para analizar entonces qué es, dentro de este sistema cerrado, una revolución. Lo primero que hemos podido constatar es, que los „tiempos revolucionarios“ son aquellos tiempos históricos, cuando sucede que:
1. muere un viejo orden social y, al mismo tiempo, nace uno nuevo. La nueva realidad social „empuja“ hacia el pensamiento crítico, y el pensamiento crítico „empuja“ hacia la nueva realidad social; es decir, existe una dinámica entre los factores objetivos y el factor subjetivo en la historia, que se expresa en una revolución de pensamiento y acción;
2. las fuerzas productivas amenazan con „detonar“ las cadenas impuestas por las relaciones de producción existentes, causando tensiones sociales, económicas y políticas entre las clases sociales, que se descargan en una revolución;
3. una nueva clase social que ya sustente el poder económico, llegue a conquistar el poder político y logre establecer condiciones propicias para el pleno despliegue sin trabas de su poder económico;
4. los cambios que se están generando no son cambios meramente cuantitativos o de apariencia (reforma), sino cambios cualitativos o de esencia (revolución), que tocan las raíces de los problemas e incluyen a todas las facetas de la producción, reproducción y organización de la sociedad en su totalidad;
5. los cambios generados tengan la potencialidad de extenderse sobre el mundo entero (globalizarse).
En segunda instancia hemos constatado, que la única revolución exitosa, que histórica-mente y hasta ahora se ha generado en este sentido, ha sido la Revolución Francesa, democrático-burguesa o capitalista. La gran Revolución Rusa de Octubre de 1917 no ha podido subsistir en el tiempo por faltarle tocar algunas raíces fundamentales y por no haberse podido extender a escala global (la revolución permanente perdida).
Hemos establecido nuestra crítica de manera siguiente: No basta con tocar las raíces dentro del sistema de trabajo cerrado, sino hay que erradicar al trabajo mismo, es decir, hay que acabar con la relación pervertida entre sociedad y naturaleza --- exigencia, que hasta ahora no ha aparecido en ningún horizonte de debate revolucionario-emancipatorio.
Aportes Teóricos al Debate Revolucionario IV
Práctica vs. Práxis / Crítica a la Religión Cristiana
Por: Jutta Schmitt - Rebelión
Círculo Bolivariano de Estudios "El Momoy" / Chiguará
Síntesis de las Sesiones del 17 de Abril al 08 de Mayo, 2005.
Las sesiones pasadas las hemos dedicado al análisis de los conceptos práctica y práxis, y a la controversia, si la religión cristiana - o algunos de sus elementos - deberían o no entrar al nuevo socialismo que prentendemos construir, como una de sus raíces. Este resumen lo estamos dividiendo en dos partes; una, ¿Que es la Práxis?, y dos, Crítica a la Religión Cristiana.
I. ¿Qué es la práxis?
En nuestro esfuerzo de definir el concepto práxis, hemos resaltado primero, que éste se diferencia radicalmente del concepto práctica, y segundo, que práctica y práxis no pueden ser separados de sus partes correspondientes, ideología y teoría. En este sentido hemos recordado brevemente y con referencia a debates anteriores, que la práctica -- el quehacer diario, repetitivo, "automático", sin reflexión previa y por ende inmediato -- es el concepto correlativo a la ideología en cuanto que afirma y deja intacto el orden social existente; mientras que la práxis -- la actuación nueva, precisa, revolucionaria, ponderada, producto de y entrelazado con el pensar consciente -- es el concepto correlativo a la teoría en cuanto que niega, revoluciona y transforma la realidad existente.
Ante la interrogante, qué es lo que determina nuestro pensar y actuar y qué es lo que lo convierte en teoría y práxis o en ideología y práctica, hemos determinado lo siguiente:
1. Todo nuestro pensar y actuar está, en primer lugar, determinado por un ya existente marco de referencia material y espiritual el cual nos rodea y el cual es producto histórico de las condiciones objetivas y subjetivas creadas por las generaciones anteriores, dentro de la producción y reproducción de su vida material y espiritual.
Las sesiones pasadas las hemos dedicado al análisis de los conceptos práctica y práxis, y a la controversia, si la religión cristiana - o algunos de sus elementos - deberían o no entrar al nuevo socialismo que prentendemos construir, como una de sus raíces. Este resumen lo estamos dividiendo en dos partes; una, ¿Que es la Práxis?, y dos, Crítica a la Religión Cristiana.
I. ¿Qué es la práxis?
En nuestro esfuerzo de definir el concepto práxis, hemos resaltado primero, que éste se diferencia radicalmente del concepto práctica, y segundo, que práctica y práxis no pueden ser separados de sus partes correspondientes, ideología y teoría. En este sentido hemos recordado brevemente y con referencia a debates anteriores, que la práctica -- el quehacer diario, repetitivo, "automático", sin reflexión previa y por ende inmediato -- es el concepto correlativo a la ideología en cuanto que afirma y deja intacto el orden social existente; mientras que la práxis -- la actuación nueva, precisa, revolucionaria, ponderada, producto de y entrelazado con el pensar consciente -- es el concepto correlativo a la teoría en cuanto que niega, revoluciona y transforma la realidad existente.
Ante la interrogante, qué es lo que determina nuestro pensar y actuar y qué es lo que lo convierte en teoría y práxis o en ideología y práctica, hemos determinado lo siguiente:
1. Todo nuestro pensar y actuar está, en primer lugar, determinado por un ya existente marco de referencia material y espiritual el cual nos rodea y el cual es producto histórico de las condiciones objetivas y subjetivas creadas por las generaciones anteriores, dentro de la producción y reproducción de su vida material y espiritual.
2. Nosotros, siendo productos de esta realidad ya existente, tenemos dos "opciones": Una, que nunca se nos ocurre estudiar en profundidad nuestra realidad existente y por ende nunca vamos a llegar a dudar de ella, a cuestionarla, negarla y cambiarla, en cuyo caso seríamos seres pasivos e inconscientes, una especie de autómatas o seres unidimensionales, dominados en nuestras percepciones por la ideología reinante, lo que se traduce en una práctica diaria dócil e inofensiva de seguir afirmando y apoyando el orden social existente; dos, que sí se nos ocurre conocer a fondo nuestra realidad y por ende quererla cambiar y revolucionar, en cuyo caso seríamos seres activos y conscientes, creadores de lo nuevo en el plano teórico, lo que se traduce en una crítica activa y actividad crítica, es decir, en una práxis revolucionaria, transformadora del orden social existente.
3. El dilema del "nuevo hombre", de cómo nos podemos cambiar a nosotros mismos si somos precisamente productos de circunstancias que requieren ser cambiadas para que puedan cambiar los hombres, sólo se resuelve mediante la práxis revolucionaria y transformadora, en la cual coinciden ambos: el cambio de las circunstancias y el cambio del ser humano.
Ante este inventario preliminar ha surgido la pregunta, en qué precisamente consisten estas circunstancias objetivas y subjetivas ya existentes, que determinan nuestro comportamiento y nuestra "conciencia", y hemos precisado que se trata de las formas específicas de la producción y reproducción material de la vida humana en el espacio y tiempo histórico que nos toca vivir. En nuestro caso, las circunstancias objetivas son, por supuesto, las relaciones de producción capitalista, operantes en un país no-metropolitano, es decir, "en vías de desarrollo", con un particular modelo de acumulación por medio de la renta petrolera efectuado en el marco de una especie de capitalismo de Estado, donde éste último, con breves excepciones en su historia moderna, ha jugado un papel keynesiano en lo económico y paternalista en lo social. En el plano político, también ha formado parte de las circunstancias objetivas un particular "unipartidismo puntofijista", con sus dos caras adeco y copeyano , que ha institucionalizado el clientelismo político y la corrupción.
Ante este inventario preliminar ha surgido la pregunta, en qué precisamente consisten estas circunstancias objetivas y subjetivas ya existentes, que determinan nuestro comportamiento y nuestra "conciencia", y hemos precisado que se trata de las formas específicas de la producción y reproducción material de la vida humana en el espacio y tiempo histórico que nos toca vivir. En nuestro caso, las circunstancias objetivas son, por supuesto, las relaciones de producción capitalista, operantes en un país no-metropolitano, es decir, "en vías de desarrollo", con un particular modelo de acumulación por medio de la renta petrolera efectuado en el marco de una especie de capitalismo de Estado, donde éste último, con breves excepciones en su historia moderna, ha jugado un papel keynesiano en lo económico y paternalista en lo social. En el plano político, también ha formado parte de las circunstancias objetivas un particular "unipartidismo puntofijista", con sus dos caras adeco y copeyano , que ha institucionalizado el clientelismo político y la corrupción.
Hemos constatado, que las mencionadas condiciones objetivas se traducen y expresan en el ámbito subjetivo, es decir precisamente en la ideología dominante con su correspondiente práctica, hasta hoy día y no obstante los esfuerzos de transformación social emprendidos por la Revolución Bolivariana, en el egoismo, el individualismo, la competencia de vida a muerte y en actitudes de abierto desprecio al prójimo (herencia de las relaciones de producción capitalista), mezclado con una actitud pasiva-receptiva, facilista y carente de cualquier responsabilidad propia (herencia del estado paternalista).
Estos son, concreta e inmediatamente, los factores objetivos y subjetivos a ser superados, que nos han determinado y nos siguen determinando en considerable grado. Volviendo a la ideología y práctica como factores inductores de una verdadera parálisis social, hemos podido constatar lo siguiente:
1. La ideología, que garantiza la perpetuación del orden social existente en las cabezas sobre todo de los económicamente explotados y humanamente condenados, parece tener mil y una ventajas ante cualquier pensamiento crítico y nuevo, ya que es conformada por las ideas de las clases dominantes, que además de ser dueños de los medios de producción, también lo son de los grandes medios de comunicación de masas.
Estos son, concreta e inmediatamente, los factores objetivos y subjetivos a ser superados, que nos han determinado y nos siguen determinando en considerable grado. Volviendo a la ideología y práctica como factores inductores de una verdadera parálisis social, hemos podido constatar lo siguiente:
1. La ideología, que garantiza la perpetuación del orden social existente en las cabezas sobre todo de los económicamente explotados y humanamente condenados, parece tener mil y una ventajas ante cualquier pensamiento crítico y nuevo, ya que es conformada por las ideas de las clases dominantes, que además de ser dueños de los medios de producción, también lo son de los grandes medios de comunicación de masas.
2. Las ideas dominantes de una epoca no sólo son las ideas de las clases dominantes, sino y como nos dice Marx en la Ideología Alemana, se constituyen como el reino de las ideas sobre la realidad material-objetiva; es decir, se crea la ilusión fatal, de que la realidad material-objetiva de una determinada epoca histórica es producto de las ideas de un gran "dios", un sublime espíritu, un "gran hombre" o hasta una "gran raza", cuando las ideas, al revés, siempre son productos de un determinado tiempo-espacio histórico en la producción y reproducción de la vida humana.
3. De tal manera, la ideología sugiere que los cambios que han tenido lugar en el proceso histórico han sido producto de "instancias superiores" y que el hombre pequeño y común, las masas, los explotados y oprimidos, nunca podrán ser portadores de las grandes ideas, y que mucho menos podrán conformarse como una fuerza material transformadora del presente y futuro.
4. Es en este mismo sentido que se libra la guerra de las ideas de nuestro presente; que es básicamente una guerra declarada contra cualquier concepción teórico-práxica que difiere del modelo único capitalista, el que hoy se extiende de manera cancerígena sobre el globo terráqueo entero. Esta guerra está siendo llevado a cabo mediante la sofocadora omni-presencia de los grandes medios de comunicación de masas con cobertura en cualquier espacio del planeta, dirigida en contra de las restantes mentes críticas e independientes.
5. El único antídoto contra el veneno ideológico-práctico es la teoría incisiva, reveladora y destructora de las ilusiones y mentiras ideológicas, que tiene y tendrá siempre su prueba de fuego en la crítica activa o actividad crítica, es decir, en la práxis revolucionaria.
II. Crítica a la Religión Cristiana
Recientemente, hemos debatido la recomendación del Presidente Chávez, de estudiar, en el marco de la inmensa tarea de inventar el socialismo del siglo XXI, no sólo las ideas originales de Marx y Engels, sino también un posible aporte de Jesu Cristo a este "nuevo socialismo", y hemos leído y discutido un texto sobre "el socialismo cristiano", extraído del libro "Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI" del conocido y apreciado autor, Heinz Dieterich.
Aún cuando percibimos que se esta haciendo un esfuerzo por separar la esfera de las "enseñanzas bíblicas" y de la "vida de Jesu Cristo" del dogma eclesiástico romano-católico, han surgido, de inmediato, una serie de observaciones e interrogantes en torno al tema religioso-cristiano en general, que son las siguientes:
1. Cuando hace 500 años atrás los colonizadores europeos se daban a la tarea de implantar en nuestro continente latinoamericano el cristianismo, no había condiciones objetivas en absoluto para el implante exitoso de esta religión, que era completamente ajena a nuestras sociedades autóctonas-indígenas. Sólo después del exterminio sin misericordia, de la violencia más brutal y del genocidio perpetrado en contra de nuestros pueblos ancestrales indígenas, sólo cuando los colonizadores habían convertido a nuestras tierras en un valle de lágrimas, la religión cristiana ha podido echar raíces y "cuajar" en las poblaciones traumatizadas, desarraigadas, arrolladas y esclavizadas por una cultura ajena.
II. Crítica a la Religión Cristiana
Recientemente, hemos debatido la recomendación del Presidente Chávez, de estudiar, en el marco de la inmensa tarea de inventar el socialismo del siglo XXI, no sólo las ideas originales de Marx y Engels, sino también un posible aporte de Jesu Cristo a este "nuevo socialismo", y hemos leído y discutido un texto sobre "el socialismo cristiano", extraído del libro "Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI" del conocido y apreciado autor, Heinz Dieterich.
Aún cuando percibimos que se esta haciendo un esfuerzo por separar la esfera de las "enseñanzas bíblicas" y de la "vida de Jesu Cristo" del dogma eclesiástico romano-católico, han surgido, de inmediato, una serie de observaciones e interrogantes en torno al tema religioso-cristiano en general, que son las siguientes:
1. Cuando hace 500 años atrás los colonizadores europeos se daban a la tarea de implantar en nuestro continente latinoamericano el cristianismo, no había condiciones objetivas en absoluto para el implante exitoso de esta religión, que era completamente ajena a nuestras sociedades autóctonas-indígenas. Sólo después del exterminio sin misericordia, de la violencia más brutal y del genocidio perpetrado en contra de nuestros pueblos ancestrales indígenas, sólo cuando los colonizadores habían convertido a nuestras tierras en un valle de lágrimas, la religión cristiana ha podido echar raíces y "cuajar" en las poblaciones traumatizadas, desarraigadas, arrolladas y esclavizadas por una cultura ajena.
2. Es decir, el cristianismo era la mano derecha de la colonización, militarización, deshumanización y aniquilación de nuestras civilizaciones antiguas o "precolombinas", hecho histórico violento y bárbaro, que no sólo se puede atribuir a un "mal uso" de esta religión o un "abuso" en nombre de su dios, sino que forma parte intrínseca de las mismas "enseñanzas bíblicas". Nos estamos refiriendo aquí al racismo, a la discriminación y a la exclusión social, intrínsecos a la noción bíblica del "pueblo escogido por dios" (cuyos miembros serían, de paso, los únicos que el día del juicio final irían a alcanzar "la salvación"), y desde donde existe una conexión directa a la noción fascista de la "raza superior", cuya "tarea noble y misionaria" es hacerles llegar las bondades de la "civilización" a los "pueblos bárbaros" (históricamente hablado, los pueblos que hoy conformamos el "Tercer Mundo"). ¡El cínico Rudyard Kipling, un novelista británico, llegó a llamar ésto "la carga del hombre blanco" (the white man´s burden)!
3. Si nuestra propia experiencia histórica nos ha enseñado que la deshumanización total y absoluta era la condicio sine qua non para poder implantar aquí el cristianismo, ¿qué es lo que nos impide concluir, que con la rehumanización de nuestros pueblos desaparece el fantasma del cristianismo y la necesidad psicológica de una "reivindicación divina" post-mortal por las miserias sufridas en esta única, verdadera y auténtica vida que tenemos?
4. Si estamos conscientes, de que el cristianismo ha sido el arma más poderoso de control mental de las clases dominantes a lo largo de los siglos y hasta milenios para que los oprimidos aguanten su miseria infinita en esta su única vida, ¿podemos realmente "rescatar" aúnque sean fragmentos del cristianismo para nuestro socialismo nuevo, o no sería ésto más bien una irresponsabilidad de proporciones históricas?
Después de estas observaciones e interrogantes de carácter general, hemos procedido con la lectura del texto de Dieterich, en el cual el autor se da a la tarea de explicar la "Aportación de Jesús al socialismo del siglo XXI", y aún cuando hemos constatado, que a primera vista podríamos estar plenamente de acuerdo con la manera elegante como Dieterich resuelve esta tarea, hemos tenido que poner en duda la fuente misma del análisis, que es, por supuesto, la biblia. Hemos recordado en este contexto, que la biblia no es, para nada, un texto íntegro, y que de ninguno de los libros que la constituyen se ha conservado el texto original de los respectivos autores, por lo cual se ha tenido que recorrer a su reconstrucción a partir de múltiples fragmentos y traducciones. Consecuentemente y antes de poder aproximarse a un análisis del "aporte de Jesús", habría que familiarizarse con la crítica a la biblia, que comprende por lo menos dos pasos fundamentales:
1. Crítica del origen, de la canonización y de la traducción de la biblia mediante la crítica de las fuentes, la crítica de los textos desde el punto de vista filológico, y la crítica de la hermeneutica bíblica, lo que lleva inevitablemente a la comprensión de la biblia como una especie de género literario, producto de seres humanos, y no como "palabra de dios".
2. Crítica del contenido, que comprende la crítica de los principios morales y éticos expuestos en la biblia como la violenta intolerancia religiosa en el viejo y nuevo testamento, la violencia abierta contra etnias diferentes y comunidades que practican otro tipo de fé, las guerras de conquista y el genocidio, el patriarcalismo-machismo con su hostilidad y rigurosa discriminación de lo femenino, la asexualidad, etc. etc. etc. Después de estas observaciones e interrogantes de carácter general, hemos procedido con la lectura del texto de Dieterich, en el cual el autor se da a la tarea de explicar la "Aportación de Jesús al socialismo del siglo XXI", y aún cuando hemos constatado, que a primera vista podríamos estar plenamente de acuerdo con la manera elegante como Dieterich resuelve esta tarea, hemos tenido que poner en duda la fuente misma del análisis, que es, por supuesto, la biblia. Hemos recordado en este contexto, que la biblia no es, para nada, un texto íntegro, y que de ninguno de los libros que la constituyen se ha conservado el texto original de los respectivos autores, por lo cual se ha tenido que recorrer a su reconstrucción a partir de múltiples fragmentos y traducciones. Consecuentemente y antes de poder aproximarse a un análisis del "aporte de Jesús", habría que familiarizarse con la crítica a la biblia, que comprende por lo menos dos pasos fundamentales:
1. Crítica del origen, de la canonización y de la traducción de la biblia mediante la crítica de las fuentes, la crítica de los textos desde el punto de vista filológico, y la crítica de la hermeneutica bíblica, lo que lleva inevitablemente a la comprensión de la biblia como una especie de género literario, producto de seres humanos, y no como "palabra de dios".
En otro nivel del debate y considerando el cristianismo institucionalizado, católico-romano, hemos constatado, que estamos entrando en una nueva fase de inquisición, en la cual se combina el más crudo fundamentalismo cristiano con la más sofisticada tecnología de armamento y destrucción, representada en la "fórmula" Ratzinger-Bush. Ante este cuadro preocupante ha surgido (y quedado en el aire) la pregunta, si "el rescate" de la "esencia del cristianismo", concentrada en la figura de Jesús y encomendado por el presidente Chávez en función de enriquecer el nuevo socialismo del Siglo XXI, se debe a consideraciones tácticas en vista de que la abrumadora mayoría de la población venezolana son cristianos, o a un problema profundo, no resuelto con la religión.
Sin embargo, este problema tendría que resolverse lógicamente en el marco de un estudio detenido de los pensamientos originarios de Marx y Engels, igualmente encomendado por Chávez, entre los cuales encontramos que Marx, en su introducción a la "Crítica de la Filosofía de Derecho Hegeliana" observa que "la crítica de la religión es la condición previa de cualquier crítica". Hemos quedado en retomar la discusión en este punto en la próxima sesión.
jutta@franzlee.org.ve
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=15137
21-06-2005
Aportes Teóricos al Debate Revolucionario V
Praxis, Revolución, Socialismo ... y Religión
Por: Jutta Schmitt
Rebelión
Las últimas sesiones en el mes de Mayo de nuestro Círculo Bolivariano de Estudios "El Momoy", en Chiguará, las hemos dedicado a estudiar el ensayo "Socialismo y Religión" de Branko Bosnjak, integrante del grupo yugoslavo Praxis de los años 60 y 70 del siglo XX, y nos hemos familiarizado un poco con lo que fue este grupo y su revista del mismo nombre.
En una primera aproximación hemos podido conocer, que el grupo Praxis fue un grupo de opositores al presidente Tito y al Partido Comunista de Yugoslavia, basando su crítica a la línea ideológica oficial en el aspecto propiamente humanista del marxismo, y que comenzó sus actividades en 1964. La revista del grupo, del mismo nombre, se destacaba consiguientemente por partir en sus analisis de los escritos humanistas del joven Marx, resaltando precisamente el concepto de la praxis como el elemento decisivo y transformador de la realidad. La revista Praxis se entendió como "órgano del antiestalinismo internacional" e instrumento de un marxismo creador, que rompiera con la ortodoxía marxista-leninista y lograra adaptarse dinamicamente a las propias condiciones yugoslavas del momento. La revista criticó duramente las fuertes limitaciones de la sociedad yugoslava, tales como su continua adherencia a los principios de la economía del mercado, su exagerado y sofocante burocratismo y su persistente desigualdad social, lo que le trajo ataques fuertes por parte de los ideólogos oficiales del Partido Comunista y demas autoridades políticas, que concibieron la crítica expuesta por Praxis como una crítica destructiva. A partir de 1975, les fue imposibilitado al Grupo la impresión y distribución de su revista, y tuvo que cesar su publicación.
Praxis se inspiró, entre otros, en pensadores como George Lukacs, Karl Korsch, Antonio Gramsci, Lucien Goldmann, Erich Fromm, Herbert Marcuse y Ernst Bloch, y se empeñó en rescatar el potencial creativo del marxismo originario. Goldmann, Fromm, Marcuse y Bloch no sólo hicieron contribuciones escritas a la revista, sino participaron también en su "escuela de verano" en la isla de Korcula en el Adriatico - encuentros filosóficos, donde intelectuales tanto de Europa oriental como occidental intercambiaron sus ideas sobre los temas y acontecimientos contemporaneos mas candentes.
Luego, la primera edición de Praxis Internacional, en continuación de la línea de pensamiento de la revista original, salió en Abril de 1981 y retomó la bandera de desarrollar una consciencia crítica y sistematica sobre las limitaciones de las sociedades del siglo XX, sean estas de índole capitalista o "socialista", e indagar sobre las condiciones y posibilidades históricas de realizar la emancipación humana a escala mundial, basado en la comunicación y cooperación entre intelectuales progresistas y marxistas independientes de diferentes países, con sueños y objetivos comunes. Praxis Internacional se comprometió seguir elaborando una teoría filosófica y social en función de criticar las estructuras e instituciones existentes y poner al descubierto aquellas corrientes ideológicas destinadas a sofocar cualquier teoría crítica. Ademas fomentaría la discusión de temas como el analisis crítico de la historia, la libertad, igualdad y creatividad humana, la esencia de la revolución social, el significado y la perspectiva del socialismo, y el analisis del rol de la cosificación, del burocratismo y de la tecnología en la sociedad moderna. Las publicaciones de Praxis Internacional terminaron en 1994, en medio del proceso de desintegración y guerra en los territorios de la Ex-Yugoslavia.
En cuanto a la propia lectura del ensayo de Branko Bosnjak, "Socialismo y Religión" se refiere (publicado en Gajo Petrovic y otros, Praxis, Revolución y Socialismo, Editorial Grijalbo S.A., México 1981), hemos discutido los siguientes puntos:
1. La primera observación hecha por Bosnjak en su ensayo es de indole psicológico, cuando comenta, que la concepción que tiene el hombre religioso de "Dios" es aquella asociada a "la esperanza de que Dios le aligere todas las preocupaciones y necesidades", y que "esta actitud puede comprenderse como consuelo para aquellos individuos que han perdido la confianza en sí mismos."
Al respecto, hemos espontaneamente recordado el verdadero batallón de Santos o "braceros de Dios", que existen aquí en Venezuela (y en otras partes de Latinoamérica), cada uno de ellos con su competencia específica, precisamente en función de aliviarle las preocupaciones y necesidades a sus adoradores, sobre todo provenientes del vasto universo de la población pobre. Hemos analizado el peligro que constituye la interiorización psicológica de esta actitud receptiva, pasiva y esencialmente impotente, para los demas ambitos de la vida social, como se manifiesta por ejemplo en la transferencia de la misma al ambito político, de cuyos actores - sobre todo del presidente de la República - se siguen esperando "milagros" y limosnas semejantes a los a veces "obtenidos" por los Santos; muy a pesar de la progresiva toma de consciencia en la Venezuela Bolivariana y la creciente convicción, de que la cosa pública tiene que ser construida mediante la participación activa y una actitud, que se atreva a tomar su destino en sus propias manos en vez de esperar ayuda "desde arriba". Otro gran problema relacionado a la típica actitud psico-religiosa lo hemos identificado en la falta, tanto de la toma de iniciativas y decisiones propias, como en la carencia de un sentido de responsabilidad propia, que caracteriza todavía una gran parte de la población en general.
2. Luego, el autor hace alusión al problema metodológico de cómo efectuar una adecuada determinación de "Dios", problema que ha generado tres respuestas:
a) la de la teología negativa (expresar lo que Dios no es),
b) la teología positiva (expresar lo que sí es Dios, pero sólo por medio de la analogía), y
c) la teología superlativa (que manifiesta que Dios esta por sobre todo enunciado posible).
Después de nombrar una serie de pensadores que han reflexionado sobre este problema, Bosnjak llega a la conclusión, de que "podemos hablar únicamente de nuestro concepto de Dios. ... Una discusión acerca de Dios como tal no se concibe. Tan pronto como la empezamos, se convierte en conversación acerca del hombre, acerca de nosotros mismos."
Aquí, lo que hemos observado inmediatamente y lo que parece haberle escapado al autor mismo es, que esto es nada menos que la confirmación de la posición Feuerbachiana, según la cual la teología se disuelve en antropología, y según la cual la raíz de toda religión es, por supuesto, el propio hombre, quien ha creado su Dios a su propia imagen y semejanza.
3. Mas adelante, Bosnjak contrasta el ateísmo marxista con el ateísmo de los racionalistas franceses del siglo XVIII, quienes estaban convencidos de que por medio de la crítica racional y del poder de la razón podrían liberar al hombre de sus cadenas religiosas. Como nos explica el autor, el punto crucial del ateísmo marxista que lo distingue del ateismo racionalista del siglo XVIII, es el reconocimiento de que "...la crítica de la religión no puede llevarse inteligentemente a cabo sin crítica y cambio de la sociedad", por lo que "no basta, que el ateísmo exista como convicción individual, porque con esto no queda resuelto el problema de la praxis social." Resalta ademas el propio autor, que "la esencia del ateísmo marxista reside en el hecho de que el ateísmo se convierte de convicción privada en contenido de la conciencia social, de la actitud social. Esta transición del ateísmo de una actitud individual a una actitud social no es posible sin cambios sociales y sin una revolución social."
Aquí hemos coincidido, de que si tomaramos la religión como medidor de pulso de la Revolución Bolivariana en el sentido expuesto por Bosnjak, nos encontraríamos con un latido de corazón revolucionario muy, pero muy débil. Recordando a Marx, quien advirtió que la religión es el medidor del grado de la enajenación humana por ser el suspiro de la criatura oprimida o la expresión espiritual de un mundo opersor y miserable, hemos concluido que aún falta mucho que hacer para que el ser humano deje de ser una criatura oprimida, miserable, genuflecta y avassallada, para que se atreva a servirse de su propia razón crítica y para que deja de desviar su energía vital a un mundo de ilusiones, detras de lo cual siempre se esconde una mafia de intereses, sean estos vestidos en traje de negocio o en sotana. En este sentido hemos estado plenamente de acuerdo con Bosnjak en que es urgentemente necesario tocar y debatir el problema de la religión, que significa para nosotros hoy discutirlo en el marco de la Revolución Bolivariana, y sobre todo ante el llamado del presidente Chavez de debatir nuestras ideas para un nuevo Socialismo del Siglo XXI.
Dice Bosnjak: "En la lucha por la abolición de las diversas formas de la enajenación humana, el socialismo, que se esfuerza por la creación de las condiciones para un desarrollo del ser humano total, no puede permancecer indiferente ante la religión como forma de la enajenación humana", aún cuando mas adelante llega a sospechar que no sera posible superar la religión, al manifestar que "según la lógica de la ilusión, la religión no puede morir."
En esta última parte hemos diferido del autor, al considerar y agregar, que según la lógica de la ilusión, la religión no puede morir mientras que persista un mundo que requiere de ilusiones para que sus integrantes sigan aguantando las condiciones mas deshumanizadas, producto del modo de destrucción capitalista, establecido a nivel global.
En una primera aproximación hemos podido conocer, que el grupo Praxis fue un grupo de opositores al presidente Tito y al Partido Comunista de Yugoslavia, basando su crítica a la línea ideológica oficial en el aspecto propiamente humanista del marxismo, y que comenzó sus actividades en 1964. La revista del grupo, del mismo nombre, se destacaba consiguientemente por partir en sus analisis de los escritos humanistas del joven Marx, resaltando precisamente el concepto de la praxis como el elemento decisivo y transformador de la realidad. La revista Praxis se entendió como "órgano del antiestalinismo internacional" e instrumento de un marxismo creador, que rompiera con la ortodoxía marxista-leninista y lograra adaptarse dinamicamente a las propias condiciones yugoslavas del momento. La revista criticó duramente las fuertes limitaciones de la sociedad yugoslava, tales como su continua adherencia a los principios de la economía del mercado, su exagerado y sofocante burocratismo y su persistente desigualdad social, lo que le trajo ataques fuertes por parte de los ideólogos oficiales del Partido Comunista y demas autoridades políticas, que concibieron la crítica expuesta por Praxis como una crítica destructiva. A partir de 1975, les fue imposibilitado al Grupo la impresión y distribución de su revista, y tuvo que cesar su publicación.
Praxis se inspiró, entre otros, en pensadores como George Lukacs, Karl Korsch, Antonio Gramsci, Lucien Goldmann, Erich Fromm, Herbert Marcuse y Ernst Bloch, y se empeñó en rescatar el potencial creativo del marxismo originario. Goldmann, Fromm, Marcuse y Bloch no sólo hicieron contribuciones escritas a la revista, sino participaron también en su "escuela de verano" en la isla de Korcula en el Adriatico - encuentros filosóficos, donde intelectuales tanto de Europa oriental como occidental intercambiaron sus ideas sobre los temas y acontecimientos contemporaneos mas candentes.
Luego, la primera edición de Praxis Internacional, en continuación de la línea de pensamiento de la revista original, salió en Abril de 1981 y retomó la bandera de desarrollar una consciencia crítica y sistematica sobre las limitaciones de las sociedades del siglo XX, sean estas de índole capitalista o "socialista", e indagar sobre las condiciones y posibilidades históricas de realizar la emancipación humana a escala mundial, basado en la comunicación y cooperación entre intelectuales progresistas y marxistas independientes de diferentes países, con sueños y objetivos comunes. Praxis Internacional se comprometió seguir elaborando una teoría filosófica y social en función de criticar las estructuras e instituciones existentes y poner al descubierto aquellas corrientes ideológicas destinadas a sofocar cualquier teoría crítica. Ademas fomentaría la discusión de temas como el analisis crítico de la historia, la libertad, igualdad y creatividad humana, la esencia de la revolución social, el significado y la perspectiva del socialismo, y el analisis del rol de la cosificación, del burocratismo y de la tecnología en la sociedad moderna. Las publicaciones de Praxis Internacional terminaron en 1994, en medio del proceso de desintegración y guerra en los territorios de la Ex-Yugoslavia.
En cuanto a la propia lectura del ensayo de Branko Bosnjak, "Socialismo y Religión" se refiere (publicado en Gajo Petrovic y otros, Praxis, Revolución y Socialismo, Editorial Grijalbo S.A., México 1981), hemos discutido los siguientes puntos:
1. La primera observación hecha por Bosnjak en su ensayo es de indole psicológico, cuando comenta, que la concepción que tiene el hombre religioso de "Dios" es aquella asociada a "la esperanza de que Dios le aligere todas las preocupaciones y necesidades", y que "esta actitud puede comprenderse como consuelo para aquellos individuos que han perdido la confianza en sí mismos."
Al respecto, hemos espontaneamente recordado el verdadero batallón de Santos o "braceros de Dios", que existen aquí en Venezuela (y en otras partes de Latinoamérica), cada uno de ellos con su competencia específica, precisamente en función de aliviarle las preocupaciones y necesidades a sus adoradores, sobre todo provenientes del vasto universo de la población pobre. Hemos analizado el peligro que constituye la interiorización psicológica de esta actitud receptiva, pasiva y esencialmente impotente, para los demas ambitos de la vida social, como se manifiesta por ejemplo en la transferencia de la misma al ambito político, de cuyos actores - sobre todo del presidente de la República - se siguen esperando "milagros" y limosnas semejantes a los a veces "obtenidos" por los Santos; muy a pesar de la progresiva toma de consciencia en la Venezuela Bolivariana y la creciente convicción, de que la cosa pública tiene que ser construida mediante la participación activa y una actitud, que se atreva a tomar su destino en sus propias manos en vez de esperar ayuda "desde arriba". Otro gran problema relacionado a la típica actitud psico-religiosa lo hemos identificado en la falta, tanto de la toma de iniciativas y decisiones propias, como en la carencia de un sentido de responsabilidad propia, que caracteriza todavía una gran parte de la población en general.
2. Luego, el autor hace alusión al problema metodológico de cómo efectuar una adecuada determinación de "Dios", problema que ha generado tres respuestas:
a) la de la teología negativa (expresar lo que Dios no es),
b) la teología positiva (expresar lo que sí es Dios, pero sólo por medio de la analogía), y
c) la teología superlativa (que manifiesta que Dios esta por sobre todo enunciado posible).
Después de nombrar una serie de pensadores que han reflexionado sobre este problema, Bosnjak llega a la conclusión, de que "podemos hablar únicamente de nuestro concepto de Dios. ... Una discusión acerca de Dios como tal no se concibe. Tan pronto como la empezamos, se convierte en conversación acerca del hombre, acerca de nosotros mismos."
Aquí, lo que hemos observado inmediatamente y lo que parece haberle escapado al autor mismo es, que esto es nada menos que la confirmación de la posición Feuerbachiana, según la cual la teología se disuelve en antropología, y según la cual la raíz de toda religión es, por supuesto, el propio hombre, quien ha creado su Dios a su propia imagen y semejanza.
3. Mas adelante, Bosnjak contrasta el ateísmo marxista con el ateísmo de los racionalistas franceses del siglo XVIII, quienes estaban convencidos de que por medio de la crítica racional y del poder de la razón podrían liberar al hombre de sus cadenas religiosas. Como nos explica el autor, el punto crucial del ateísmo marxista que lo distingue del ateismo racionalista del siglo XVIII, es el reconocimiento de que "...la crítica de la religión no puede llevarse inteligentemente a cabo sin crítica y cambio de la sociedad", por lo que "no basta, que el ateísmo exista como convicción individual, porque con esto no queda resuelto el problema de la praxis social." Resalta ademas el propio autor, que "la esencia del ateísmo marxista reside en el hecho de que el ateísmo se convierte de convicción privada en contenido de la conciencia social, de la actitud social. Esta transición del ateísmo de una actitud individual a una actitud social no es posible sin cambios sociales y sin una revolución social."
Aquí hemos coincidido, de que si tomaramos la religión como medidor de pulso de la Revolución Bolivariana en el sentido expuesto por Bosnjak, nos encontraríamos con un latido de corazón revolucionario muy, pero muy débil. Recordando a Marx, quien advirtió que la religión es el medidor del grado de la enajenación humana por ser el suspiro de la criatura oprimida o la expresión espiritual de un mundo opersor y miserable, hemos concluido que aún falta mucho que hacer para que el ser humano deje de ser una criatura oprimida, miserable, genuflecta y avassallada, para que se atreva a servirse de su propia razón crítica y para que deja de desviar su energía vital a un mundo de ilusiones, detras de lo cual siempre se esconde una mafia de intereses, sean estos vestidos en traje de negocio o en sotana. En este sentido hemos estado plenamente de acuerdo con Bosnjak en que es urgentemente necesario tocar y debatir el problema de la religión, que significa para nosotros hoy discutirlo en el marco de la Revolución Bolivariana, y sobre todo ante el llamado del presidente Chavez de debatir nuestras ideas para un nuevo Socialismo del Siglo XXI.
Dice Bosnjak: "En la lucha por la abolición de las diversas formas de la enajenación humana, el socialismo, que se esfuerza por la creación de las condiciones para un desarrollo del ser humano total, no puede permancecer indiferente ante la religión como forma de la enajenación humana", aún cuando mas adelante llega a sospechar que no sera posible superar la religión, al manifestar que "según la lógica de la ilusión, la religión no puede morir."
En esta última parte hemos diferido del autor, al considerar y agregar, que según la lógica de la ilusión, la religión no puede morir mientras que persista un mundo que requiere de ilusiones para que sus integrantes sigan aguantando las condiciones mas deshumanizadas, producto del modo de destrucción capitalista, establecido a nivel global.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=16770
jutta@franzlee.org.ve
Aportes Teóricos al Debate Revolucionario V!
Guerra de clases a vida y muerte: El trasfondo ideológico de los "neoconservativos" de la actual administración Bush
Jutta Schmitt
Rebelión - 05-02-2006
Desde el Círculo Bolivariano de Estudios "El Momoy" informamos, que hemos seguido realizando nuestras sesiones de estudios y discusión a lo largo del año 2005, pero por razones ajenas a nuestra voluntad no nos fue posible hacer los resumenes en forma de nuestros acostumbrados Protocolos del Momoy. A partir de enero 2006 estamos retomando la redacción de los protocolos, y mediante la publicación en internet los estamos poniendo a disposición de todos, empezando con el resumen de la sesión del domingo, 22 de enero.
La sesión del 22 de enero se centró en el tema de la programación y manipulación mental de la población mundial por parte de la elite global y sus medios de difusión masivos, a raíz de la noticia del día, el resurgimiento repentino de los "mensajes" de Osama bin Laden, figura convertida en mito al mejor estilo Orwelliano, cuyo personaje de "Emmanuel Goldstein" en la distopia "1984" demuestra similitudes sorprendientes con Bin Laden, quien siempre sirve a los intereses de la administración Bush en su empeño de imponer y consolidar un orden social totalitario, es decir, de control y subordinación absoluta -- lo que ellos llaman "full spectrum dominance".
A efectos de comprender la ideología subyacente a la política tanto doméstica como exterior del gobierno de los EE.UU., que requiere un alto grado de manipulación abierta para ser aplicable sin mayor resistencia y que es calificable de fascista, hemos tratado de indagar en el pensamiento político de aquellos filósofos y pensadores, que constituyen el soporte ideológico de los llamados "neoconservativos", que en este momento ocupan la Casa Blanca y siguen las líneas trazadas en su Proyecto para un Nuevo Siglo Norteaméricano, en perfecta concordancia con los intereses del complejo militar postindustrial y energético estadounidense. Las indagaciones las hemos hecho, entre otros propósitos, para poder analizar y medir, si realmente estamos a la altura teórica de nuestro adversario de clase, o si acaso lo superamos, cuando desde Venezuela y otros países de América Latina estamos proclamando el "Socialismo del Siglo XXI", que hasta ahora no ha dejado de ser una colorida mezcla de b uenas ideas y serias propuestas, pero carecientes de estrictez teórica.
Hemos descubierto pues, que los conceptos del alemán Carl Schmitt, filósofo político y jurista de estado, quien murió en 1985, racista y notorio apologeta del régimen nazi, parecen ser determinantes en la cosmovisión de los "neoconservativos" que actualmente conforman la administración Bush. Es específicamente su concepto de "lo político", que nos ha llamado poderosamente la atención, en cuanto que según Schmitt, la política es el ámbito de la diferenciación entre lo bueno y lo malo, el amigo y el enemigo, siendo este último siempre entendido como "enemigo público". Más detalladamente y como dice Schmitt, el soberano -- preferiblemente una sola persona en cuya figura se refleje la "voluntad general" -- no sólo está encargado de establecer y conservar el orden político interno, sino y cuando éste peligra, declarar "enemigo absoluto" a cualquier adversario, en función de asegurar la estabilidad y continuidad del orden político interno. Además, Schmitt considera que en función d e poder erradicar exitosamente al enemigo, es perfectamente legítimo de eliminar los límites que pueda constituir el orden jurídico-legal para tal efecto.
Hemos observado, que en ésta definición de lo político según Carl Schmitt, yace la concepción y la técnica manipulativa del "chivo expiatorio", en cuanto que éste siempre surge o más bien está siendo "invocado" por la clase dominante en momentos críticos que amenazan su existencia, para poder asegurar la continuidad del estatus quo al desviar la atención de las clases oprimidas del problema real, y dirigirla hacia un declarado "enemigo público", artificialmente construido.
Salta a la vista, que ésta concepción del "enemigo público" o "chivo expiatorio", aplicada por el régimen nazi en contra de los judíos y de sus enemigos políticos, coincide completamente con la de la actual administración Bush en su proclama de la guerra total e infinita en contra del "terrorismo internacional", nuevo enemigo público y chivo expiatorio, ésta vez con cara primordialmente árabe-musulmán, pero que incluye de igual manera los adversarios políticos del gobierno estadounidense, a nivel interno e internacional.
Igualmente nos ha llamado la atención el esquema, según se procede a "identificar" y proclamar un enemigo: En el caso de la Alemania de Hitler fue el Reichtagsbrand (quema del edificio del parlamento) de 1933, perpetrado por los nazis y atribuido al partido comunista alemán, a raíz de lo cual se proclamó el estado de emergencia "para la protección de la población y del Estado", el mismo que sirvió como plataforma para consolidar la dictadura nazi. En el caso de la Norteamérica de Bush fue el 11 de Septiembre, planificado, coordinado y ejecutado desde las propias altas esferas políticas y militares, en conjunto con agencias de inteligencia, atribuido a "Al-Quaeda" y Osama bin Laden, y proporcionando así la necesaria justificación para la demolición de los derechos civiles a nivel interno mediante los "Patriot Act" I y II, y el atropello del derecho internacional a nivel externo mediante la "Doctrina Bush" de la guerra preventiva; todo en función de velar por los "intereses de seguridad" del gobierno estadounidense y proyectar su poder alrededor del planeta en todos los ámbitos.
Hemos constatado, que el famoso enunciado de George W. Bush, de que su administración procedería a "fumigar" los "terroristas" en cualquiera de los "huecos" donde siempre se encuentren, coincide plenamente con la noción de Carl Schmitt de que los ámbitos ejecutivo, legislativo y judicativo se fusionan en la persona del fuehrer (llámese Hitler o Bush), quien "en momentos de alto peligro crea e imparte la ley y así la proteje del peor abuso" (nuestro énfasis). Quiere decir, según Schmitt, que el auténtico fuehrer siempre es, al mismo tiempo, juez. En este sentido, Schmitt considera que del propio liderazgo político emana el auténtico liderazgo judicial. En un artículo de 1934, titulado "El fuehrer proteje la ley", Schmitt asevera lo siguiente:
"Aquél quién puede ver, en su totalidad, el contexto inmenso de nuestra situación política, comprenderá las exhortaciones y advertencias del fuehrer y se armará para la gigantésca batalla espiritual, la cual nos convoca a defender nuestro legítimo derecho."
Hemos coincidido en que éste "legítimo derecho", que en el caso de la Alemania nazi fue entendido como la expansión del espacio geográfico para garantizarle a la "raza aria" (y al capital alemán) su "adecuado" espacio vital, hoy día consiste en la sumisión del planeta entero bajo los intereses exclusivos de la Norteamérica corporativa. También hemos recordado en este contexto el llamado a la "batalla de las ideas" como parte intrínseca de la doctrina de seguridad nacional estadounidense, el cual se ha expresado, entre otras cosas, en la proclama del "choque de civilizaciones" (Samuel Huntington), que engrana nítidamente con la noción Schmittiana del "enemigo total".
El pensamiento de Schmitt fue influído, entre otros, por filósofos como Thomas Hobbes con su noción de la concentración absoluta del poder en manos de un super-estado o "Leviatán", Niccoló Machiavelli con sus reflexiones sobre la lógica del poder y su empleo astuto por los gobernantes, y Vilfredo Pareto con su noción del retorno eterno de las élites.
Además nos hemos conseguido con que otro pilar ideológico de los neoconservativos lo constituye el pensamiento de un adepto y protegido del propio Schmitt, el filósofo alemán-americano Leo Strauss (1899-1973), a su vez influido por Thomas Hobbes, Friedrich Nietsche y Martin Heidegger, pero también por los "clásicos" como Platón y Aristóteles.
Hemos encontrado, que el intrigante y revelador pensamiento político de Leo Strauss se caracteriza, de manera sintetizada, por su afirmación incondicional de un orden social totalitario, precedido por una especie de filósofos-gobernantes tipo Politeia de Platón, quienes retienen y ocultan el conocimiento de la verdad ante las "masas ordinarias" mediante la disseminación de mitos, tanto políticos como religiosos, en función de mantenerlas en una sumisión ignorante.
En este sentido, Leo Strauss considera la filosofía en sí una cosa sumamente peligrosa, ya que ésta suele cuestionar la moral reinante y así sacudir los fundamentos del orden social, cosa que no la pueden digerir las masas ignorantes, cuyas mentes mediocres, según Strauss, son fácilmente confundibles e incapaces de asumir, de manera razonable, las consecuencias del conocimiento filosófico. De ahí que Strauss introduce su concepto central, que es el denominado "texto straussiano" - un ensayo filosófico escrito de manera tal, que el lector común y corriente pueda entender alguna cosa, mientras que sólo el lector ilustrado - los pocos a quienes está dirigido el texto en realidad -, entenderá su verdadero significado e implicaciones. Por considerar que la filosofía tiende a sembrar el nihilismo en las mentes mediocres de las masas, Strauss aboga por no exponerlas a tales peligros, por lo cual también afirma el hecho de que a través de la historia, las autoridades políticas hayan sido empeñados en silenciar a determinados filósofos, como fue por ejemplo el famoso caso de Sócrates. En otras palabras, Strauss afirma abiertamente la censura.
Hemos coincidido en que Strauss es un ejemplo insólito para demostrar, cuán importante es el pensamiento filosófico, sobre todo cuando éste se convierte en un arma ideológico en contra del adversario de clase, que, en el caso del ultra-elitista Strauss, son las clases oprimidas y trabajadoras, cuyas "mentes mediocres" deben permanecer en eterna ignorancia. Ante esta actitud elitista, tan radical, abierta y categóricamente exclusiva, hemos podido apreciar aún más la inmensa magnitud del problema que nos aqueja aquí en Venezuela y en América Latina, de la falta de una conciencia de clase igualmente radical y clara por parte de las clases oprimidas, la formación de la cual es, en nuestro criterio, conditio sine qua non para evitar que las clases dominantes nos siguen engañando una y otra vez con su "dialogo" y "reconciliación" entre las clases sociales en juego.
Hemos podido conocer, que Strauss estaba convencido, de que los pensadores y filósofos del pasado en efecto redactaron "textos straussianos", es decir, textos redactados en códigos comprensibles sólo por las élites, en un espejismo de sus respectivas sociedades de clase en sus niveles económico, político y cultural, consistentes en propietarios y trabajadores, gobernantes y gobernados, y creadores y audiencias. El crimen cometido por la filosofía política moderna según Strauss, es haber querido abolir la rígida distinción entre clases en nombre de la libertad, lo que condujo a una igualación o "bolchevización" de la mente con consecuencias catastróficas - lo que Strauss llama el "nihilismo liberal" o la pérdida de una moral y un sistema de valores, preferiblemente basado en la religión, que respete fielmente la rígida distinción de clases sociales.
Siendo un ateísta quien consideraba la religión judeo-cristiana un fraude, Strauss fue al mismo tiempo un feróz defensor de la misma por considerarla una gran necesidad para la gente ordinaria, para mantenerla entretenida y lejos de la filosofía. Para Strauss bastaba que un reducido grupo de personas pertenecientes a la élite tuvieran el conocimiento detallado de la verdad, mientras que a las masas se le enseñara lo justamente necesario para que pudieran cumplir con sus funciones en el sistema, y más absolutamente nada.
Para Strauss, el pensador central en la historia de la filosofía, quien marcó el punto de no retorno en el camino hacia la degeneración de la filosofía clásica en filosofía política moderna, es Machiavelo, al haber cometido el gran pecado de abiertamente romper los mitos y revelar la nuda y cruda verdad ante los ojos de todos.
Hemos encontrado, que entre los discípulos, seguidores y protegidos de Strauss figuran el secretario de defensa Donald Rumsfeld, el ex subsecretario de defensa y actual presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz; el vicepresidente Dick Cheney; el Fiscal General de los EE.UU., John Ashcroft; luego Clarence Thomas, juez de la Corte Suprema; el editor del Weekly Standard y comentarista político de Fox News Channel, William Kristol; además de personajes como Gary Schmitt, co-fundador, presidente y director del Proyecto para un Nuevo Siglo Norteaméricano; Irving Kristol, Michael Ledeen y Jeane Kirkpatrick del American Enterprise Institute (la última también ex-asesora de política exterior de Ronald Reagan y ex embajadora de los EE.UU. ante la ONU); los autores Francis Fukuyama y Samuel Huntington, y el ex editor de la revista mensual "Comentario" del Comité de Judíos Americanos, Norman Podhoretz, entre otros.
Ante semejante panorama, nos hemos hecho las siguientes preguntas: ¿Estamos, en nuestro planteamiento del Socialismo del siglo XXI, realmente tomando en cuenta el gigantésco reto que nos presenta el adversario en el plano teórico-filosófico? ¿Estamos conscientes de que lo que estamos enfrentando es la ideología del fascismo mundial, y que de pronto no basten las enseñanzas religiosas y apelaciones éticas ante una élite mundial que no va a hesitar a borrarnos de la faz de la tierra como su verdadero enemigo de clase? ¿Lo tenemos claro de verdad, qué es lo que implica plantear el socialismo, es decir la negación científica y filosófica, práxica y teórica del capitalismo y fascismo?
Las interrogantes tienen tanto más peso al considerar, que seguidamente una compañera dirigió nuestra atención a un folleto que últimamente ha estado circulando en diferentes niveles de las instituciones educacionales del Estado, editado y distribuido por el propio Ministerio de Educación, consistente en una especie de "guía moral secular" en sustitución o por lo menos complementación de la tradicional moral religiosa, titulado "El Camino a la Felicidad". Al indagar un poco en el asunto, nos hemos dado cuenta, que este "nuevo" "código moral" tiene nada que ver en absoluto con ningún planteamiento serio y responsable de un posible Socialismo del Siglo XXI que vaya más allá de las meras y vacías apelaciones éticas, y además emana de la notoriamente conocida Iglesia de la Cienciología, por lo que estamos sospechando que aquí se trata de una infiltración ideológica dirigida en contra del auténtico pensamiento revolucionario y socialista, por lo que hemos acordado retomar y profun dizar este tema en nuestra próxima reunión.
Jutta Schmitt www.vheadline.com.
http://www.rebelion.org/noticia.php
La sesión del 22 de enero se centró en el tema de la programación y manipulación mental de la población mundial por parte de la elite global y sus medios de difusión masivos, a raíz de la noticia del día, el resurgimiento repentino de los "mensajes" de Osama bin Laden, figura convertida en mito al mejor estilo Orwelliano, cuyo personaje de "Emmanuel Goldstein" en la distopia "1984" demuestra similitudes sorprendientes con Bin Laden, quien siempre sirve a los intereses de la administración Bush en su empeño de imponer y consolidar un orden social totalitario, es decir, de control y subordinación absoluta -- lo que ellos llaman "full spectrum dominance".
A efectos de comprender la ideología subyacente a la política tanto doméstica como exterior del gobierno de los EE.UU., que requiere un alto grado de manipulación abierta para ser aplicable sin mayor resistencia y que es calificable de fascista, hemos tratado de indagar en el pensamiento político de aquellos filósofos y pensadores, que constituyen el soporte ideológico de los llamados "neoconservativos", que en este momento ocupan la Casa Blanca y siguen las líneas trazadas en su Proyecto para un Nuevo Siglo Norteaméricano, en perfecta concordancia con los intereses del complejo militar postindustrial y energético estadounidense. Las indagaciones las hemos hecho, entre otros propósitos, para poder analizar y medir, si realmente estamos a la altura teórica de nuestro adversario de clase, o si acaso lo superamos, cuando desde Venezuela y otros países de América Latina estamos proclamando el "Socialismo del Siglo XXI", que hasta ahora no ha dejado de ser una colorida mezcla de b uenas ideas y serias propuestas, pero carecientes de estrictez teórica.
Hemos descubierto pues, que los conceptos del alemán Carl Schmitt, filósofo político y jurista de estado, quien murió en 1985, racista y notorio apologeta del régimen nazi, parecen ser determinantes en la cosmovisión de los "neoconservativos" que actualmente conforman la administración Bush. Es específicamente su concepto de "lo político", que nos ha llamado poderosamente la atención, en cuanto que según Schmitt, la política es el ámbito de la diferenciación entre lo bueno y lo malo, el amigo y el enemigo, siendo este último siempre entendido como "enemigo público". Más detalladamente y como dice Schmitt, el soberano -- preferiblemente una sola persona en cuya figura se refleje la "voluntad general" -- no sólo está encargado de establecer y conservar el orden político interno, sino y cuando éste peligra, declarar "enemigo absoluto" a cualquier adversario, en función de asegurar la estabilidad y continuidad del orden político interno. Además, Schmitt considera que en función d e poder erradicar exitosamente al enemigo, es perfectamente legítimo de eliminar los límites que pueda constituir el orden jurídico-legal para tal efecto.
Hemos observado, que en ésta definición de lo político según Carl Schmitt, yace la concepción y la técnica manipulativa del "chivo expiatorio", en cuanto que éste siempre surge o más bien está siendo "invocado" por la clase dominante en momentos críticos que amenazan su existencia, para poder asegurar la continuidad del estatus quo al desviar la atención de las clases oprimidas del problema real, y dirigirla hacia un declarado "enemigo público", artificialmente construido.
Salta a la vista, que ésta concepción del "enemigo público" o "chivo expiatorio", aplicada por el régimen nazi en contra de los judíos y de sus enemigos políticos, coincide completamente con la de la actual administración Bush en su proclama de la guerra total e infinita en contra del "terrorismo internacional", nuevo enemigo público y chivo expiatorio, ésta vez con cara primordialmente árabe-musulmán, pero que incluye de igual manera los adversarios políticos del gobierno estadounidense, a nivel interno e internacional.
Igualmente nos ha llamado la atención el esquema, según se procede a "identificar" y proclamar un enemigo: En el caso de la Alemania de Hitler fue el Reichtagsbrand (quema del edificio del parlamento) de 1933, perpetrado por los nazis y atribuido al partido comunista alemán, a raíz de lo cual se proclamó el estado de emergencia "para la protección de la población y del Estado", el mismo que sirvió como plataforma para consolidar la dictadura nazi. En el caso de la Norteamérica de Bush fue el 11 de Septiembre, planificado, coordinado y ejecutado desde las propias altas esferas políticas y militares, en conjunto con agencias de inteligencia, atribuido a "Al-Quaeda" y Osama bin Laden, y proporcionando así la necesaria justificación para la demolición de los derechos civiles a nivel interno mediante los "Patriot Act" I y II, y el atropello del derecho internacional a nivel externo mediante la "Doctrina Bush" de la guerra preventiva; todo en función de velar por los "intereses de seguridad" del gobierno estadounidense y proyectar su poder alrededor del planeta en todos los ámbitos.
Hemos constatado, que el famoso enunciado de George W. Bush, de que su administración procedería a "fumigar" los "terroristas" en cualquiera de los "huecos" donde siempre se encuentren, coincide plenamente con la noción de Carl Schmitt de que los ámbitos ejecutivo, legislativo y judicativo se fusionan en la persona del fuehrer (llámese Hitler o Bush), quien "en momentos de alto peligro crea e imparte la ley y así la proteje del peor abuso" (nuestro énfasis). Quiere decir, según Schmitt, que el auténtico fuehrer siempre es, al mismo tiempo, juez. En este sentido, Schmitt considera que del propio liderazgo político emana el auténtico liderazgo judicial. En un artículo de 1934, titulado "El fuehrer proteje la ley", Schmitt asevera lo siguiente:
"Aquél quién puede ver, en su totalidad, el contexto inmenso de nuestra situación política, comprenderá las exhortaciones y advertencias del fuehrer y se armará para la gigantésca batalla espiritual, la cual nos convoca a defender nuestro legítimo derecho."
Hemos coincidido en que éste "legítimo derecho", que en el caso de la Alemania nazi fue entendido como la expansión del espacio geográfico para garantizarle a la "raza aria" (y al capital alemán) su "adecuado" espacio vital, hoy día consiste en la sumisión del planeta entero bajo los intereses exclusivos de la Norteamérica corporativa. También hemos recordado en este contexto el llamado a la "batalla de las ideas" como parte intrínseca de la doctrina de seguridad nacional estadounidense, el cual se ha expresado, entre otras cosas, en la proclama del "choque de civilizaciones" (Samuel Huntington), que engrana nítidamente con la noción Schmittiana del "enemigo total".
El pensamiento de Schmitt fue influído, entre otros, por filósofos como Thomas Hobbes con su noción de la concentración absoluta del poder en manos de un super-estado o "Leviatán", Niccoló Machiavelli con sus reflexiones sobre la lógica del poder y su empleo astuto por los gobernantes, y Vilfredo Pareto con su noción del retorno eterno de las élites.
Además nos hemos conseguido con que otro pilar ideológico de los neoconservativos lo constituye el pensamiento de un adepto y protegido del propio Schmitt, el filósofo alemán-americano Leo Strauss (1899-1973), a su vez influido por Thomas Hobbes, Friedrich Nietsche y Martin Heidegger, pero también por los "clásicos" como Platón y Aristóteles.
Hemos encontrado, que el intrigante y revelador pensamiento político de Leo Strauss se caracteriza, de manera sintetizada, por su afirmación incondicional de un orden social totalitario, precedido por una especie de filósofos-gobernantes tipo Politeia de Platón, quienes retienen y ocultan el conocimiento de la verdad ante las "masas ordinarias" mediante la disseminación de mitos, tanto políticos como religiosos, en función de mantenerlas en una sumisión ignorante.
En este sentido, Leo Strauss considera la filosofía en sí una cosa sumamente peligrosa, ya que ésta suele cuestionar la moral reinante y así sacudir los fundamentos del orden social, cosa que no la pueden digerir las masas ignorantes, cuyas mentes mediocres, según Strauss, son fácilmente confundibles e incapaces de asumir, de manera razonable, las consecuencias del conocimiento filosófico. De ahí que Strauss introduce su concepto central, que es el denominado "texto straussiano" - un ensayo filosófico escrito de manera tal, que el lector común y corriente pueda entender alguna cosa, mientras que sólo el lector ilustrado - los pocos a quienes está dirigido el texto en realidad -, entenderá su verdadero significado e implicaciones. Por considerar que la filosofía tiende a sembrar el nihilismo en las mentes mediocres de las masas, Strauss aboga por no exponerlas a tales peligros, por lo cual también afirma el hecho de que a través de la historia, las autoridades políticas hayan sido empeñados en silenciar a determinados filósofos, como fue por ejemplo el famoso caso de Sócrates. En otras palabras, Strauss afirma abiertamente la censura.
Hemos coincidido en que Strauss es un ejemplo insólito para demostrar, cuán importante es el pensamiento filosófico, sobre todo cuando éste se convierte en un arma ideológico en contra del adversario de clase, que, en el caso del ultra-elitista Strauss, son las clases oprimidas y trabajadoras, cuyas "mentes mediocres" deben permanecer en eterna ignorancia. Ante esta actitud elitista, tan radical, abierta y categóricamente exclusiva, hemos podido apreciar aún más la inmensa magnitud del problema que nos aqueja aquí en Venezuela y en América Latina, de la falta de una conciencia de clase igualmente radical y clara por parte de las clases oprimidas, la formación de la cual es, en nuestro criterio, conditio sine qua non para evitar que las clases dominantes nos siguen engañando una y otra vez con su "dialogo" y "reconciliación" entre las clases sociales en juego.
Hemos podido conocer, que Strauss estaba convencido, de que los pensadores y filósofos del pasado en efecto redactaron "textos straussianos", es decir, textos redactados en códigos comprensibles sólo por las élites, en un espejismo de sus respectivas sociedades de clase en sus niveles económico, político y cultural, consistentes en propietarios y trabajadores, gobernantes y gobernados, y creadores y audiencias. El crimen cometido por la filosofía política moderna según Strauss, es haber querido abolir la rígida distinción entre clases en nombre de la libertad, lo que condujo a una igualación o "bolchevización" de la mente con consecuencias catastróficas - lo que Strauss llama el "nihilismo liberal" o la pérdida de una moral y un sistema de valores, preferiblemente basado en la religión, que respete fielmente la rígida distinción de clases sociales.
Siendo un ateísta quien consideraba la religión judeo-cristiana un fraude, Strauss fue al mismo tiempo un feróz defensor de la misma por considerarla una gran necesidad para la gente ordinaria, para mantenerla entretenida y lejos de la filosofía. Para Strauss bastaba que un reducido grupo de personas pertenecientes a la élite tuvieran el conocimiento detallado de la verdad, mientras que a las masas se le enseñara lo justamente necesario para que pudieran cumplir con sus funciones en el sistema, y más absolutamente nada.
Para Strauss, el pensador central en la historia de la filosofía, quien marcó el punto de no retorno en el camino hacia la degeneración de la filosofía clásica en filosofía política moderna, es Machiavelo, al haber cometido el gran pecado de abiertamente romper los mitos y revelar la nuda y cruda verdad ante los ojos de todos.
Hemos encontrado, que entre los discípulos, seguidores y protegidos de Strauss figuran el secretario de defensa Donald Rumsfeld, el ex subsecretario de defensa y actual presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz; el vicepresidente Dick Cheney; el Fiscal General de los EE.UU., John Ashcroft; luego Clarence Thomas, juez de la Corte Suprema; el editor del Weekly Standard y comentarista político de Fox News Channel, William Kristol; además de personajes como Gary Schmitt, co-fundador, presidente y director del Proyecto para un Nuevo Siglo Norteaméricano; Irving Kristol, Michael Ledeen y Jeane Kirkpatrick del American Enterprise Institute (la última también ex-asesora de política exterior de Ronald Reagan y ex embajadora de los EE.UU. ante la ONU); los autores Francis Fukuyama y Samuel Huntington, y el ex editor de la revista mensual "Comentario" del Comité de Judíos Americanos, Norman Podhoretz, entre otros.
Ante semejante panorama, nos hemos hecho las siguientes preguntas: ¿Estamos, en nuestro planteamiento del Socialismo del siglo XXI, realmente tomando en cuenta el gigantésco reto que nos presenta el adversario en el plano teórico-filosófico? ¿Estamos conscientes de que lo que estamos enfrentando es la ideología del fascismo mundial, y que de pronto no basten las enseñanzas religiosas y apelaciones éticas ante una élite mundial que no va a hesitar a borrarnos de la faz de la tierra como su verdadero enemigo de clase? ¿Lo tenemos claro de verdad, qué es lo que implica plantear el socialismo, es decir la negación científica y filosófica, práxica y teórica del capitalismo y fascismo?
Las interrogantes tienen tanto más peso al considerar, que seguidamente una compañera dirigió nuestra atención a un folleto que últimamente ha estado circulando en diferentes niveles de las instituciones educacionales del Estado, editado y distribuido por el propio Ministerio de Educación, consistente en una especie de "guía moral secular" en sustitución o por lo menos complementación de la tradicional moral religiosa, titulado "El Camino a la Felicidad". Al indagar un poco en el asunto, nos hemos dado cuenta, que este "nuevo" "código moral" tiene nada que ver en absoluto con ningún planteamiento serio y responsable de un posible Socialismo del Siglo XXI que vaya más allá de las meras y vacías apelaciones éticas, y además emana de la notoriamente conocida Iglesia de la Cienciología, por lo que estamos sospechando que aquí se trata de una infiltración ideológica dirigida en contra del auténtico pensamiento revolucionario y socialista, por lo que hemos acordado retomar y profun dizar este tema en nuestra próxima reunión.
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