- Venezuela: De la sequía a las inundaciones: ¿Otra vez HAARP?
Por Franz J. T. Lee
HAARP
Parece que cada vez que hay elecciones decisivas en Venezuela, no importa si en diciembre o septiembre, de repente el país está siendo asaltado por diluvios e inundaciones pocos días antes.
En el pasado, en el caso de Vargas, todavía uno se podía preguntar si eso era pura casualidad o más bien una especie de sabotaje climático. Pero esta vez la respuesta apunta definitivamente hacia este último; hoy definitivamente estamos confrontados con un sabotaje climático bien puntual y bien orquestado, combinado además con la alta posibilidad de un sabotaje eléctrico en algunas partes de Venezuela. Las recientes inundaciones con los muertos y desaparecidos, los daños a casas e infraestructuras, ponen en peligro el desenvolvimiento normal de las elecciones parlamentarias hoy, domingo.
Claro que este sabotaje climático tiene nombre: HAARP. En varias ocasiones del pasado ya habíamos advertido sobre HAARP, sus capacidades y sus consecuencias. Por eso es obvio que lo que está sucediendo aquí y ahora tiene precisamente todas las características de una operación militar encubierta del tipo HAARP, que en este caso está utilizado como un poderosa arma geofísica. Este tipo de ataques parecen como desastres naturales y sería bien difícil de demostrar científicamente su verdadero origen. Pero uno de los atributos de esta “nueva” generación de armas de destrucción masiva es precisamente que sus efectos devastadores son idénticos a los de un desastre natural, ya sean terremotos, sequías o inundaciones. Más por ignorancia que por falta de conocimiento muchas personas incluso creen que esta nueva tecnología militar, en la cual se basan esos ataques, son castigos divinos.
Pero ¡ojo! Es precisamente en estos momentos cuando tenemos que estar alertos al máximo. ¿Por qué? No olvidemos que hoy existe una crisis mundial devastadora que arrasa en todos los países y es el reflejo de la descomposición del capitalismo. Por lo tanto podemos esperar cualquier cosa de los EE.UU. y sus aliados de la OTAN en nuestra región. Venezuela es el principal objetivo militar del imperialismo corporativo.
Una cosa es cierta, no importa cuán criticada sea la Revolución Bolivariana y el gobierno democrático del Presidente Chávez, pero debe existir una razón por la que esta se encuentra bajo ataque permanente desde sus inicios 12 años atrás. También es interesante observar quién y qué está atacando a Venezuela y por qué nos clasifican como una “sociedad fracasada”, el “eje del mal” o un “Estado terrorista”.
Hay que estar claro: la alternativa a la Revolución Bolivariana es el fascismo nacional y continental. Esto es para nada una imaginación ideológica porque quedó demostrado y comprobado suficientemente después del golpe militar de 2002. Esta es la razón principal por la que apoyamos con nuestra crítica constructiva el gobierno de Caracas.
En condiciones normales de unas elecciones parlamentarias justas la Revolución Bolivariana no tendría ningún problema para ganar la mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional. El pueblo trabajador de Venezuela, que ya por sí representa la mayoría de dos tercios de la esperanza emancipatoria, sabe muy bien lo que sucedería en caso de que los administradores del ‘Caracazo’ llegasen al poder otra vez.
Sí, hoy HAARP siembra el viento del sabotaje, pero cosechará una tormenta electoral, la victoria popular.
franz@franzlee.org.ve
Parece que cada vez que hay elecciones decisivas en Venezuela, no importa si en diciembre o septiembre, de repente el país está siendo asaltado por diluvios e inundaciones pocos días antes.
En el pasado, en el caso de Vargas, todavía uno se podía preguntar si eso era pura casualidad o más bien una especie de sabotaje climático. Pero esta vez la respuesta apunta definitivamente hacia este último; hoy definitivamente estamos confrontados con un sabotaje climático bien puntual y bien orquestado, combinado además con la alta posibilidad de un sabotaje eléctrico en algunas partes de Venezuela. Las recientes inundaciones con los muertos y desaparecidos, los daños a casas e infraestructuras, ponen en peligro el desenvolvimiento normal de las elecciones parlamentarias hoy, domingo.
Claro que este sabotaje climático tiene nombre: HAARP. En varias ocasiones del pasado ya habíamos advertido sobre HAARP, sus capacidades y sus consecuencias. Por eso es obvio que lo que está sucediendo aquí y ahora tiene precisamente todas las características de una operación militar encubierta del tipo HAARP, que en este caso está utilizado como un poderosa arma geofísica. Este tipo de ataques parecen como desastres naturales y sería bien difícil de demostrar científicamente su verdadero origen. Pero uno de los atributos de esta “nueva” generación de armas de destrucción masiva es precisamente que sus efectos devastadores son idénticos a los de un desastre natural, ya sean terremotos, sequías o inundaciones. Más por ignorancia que por falta de conocimiento muchas personas incluso creen que esta nueva tecnología militar, en la cual se basan esos ataques, son castigos divinos.
Pero ¡ojo! Es precisamente en estos momentos cuando tenemos que estar alertos al máximo. ¿Por qué? No olvidemos que hoy existe una crisis mundial devastadora que arrasa en todos los países y es el reflejo de la descomposición del capitalismo. Por lo tanto podemos esperar cualquier cosa de los EE.UU. y sus aliados de la OTAN en nuestra región. Venezuela es el principal objetivo militar del imperialismo corporativo.
Una cosa es cierta, no importa cuán criticada sea la Revolución Bolivariana y el gobierno democrático del Presidente Chávez, pero debe existir una razón por la que esta se encuentra bajo ataque permanente desde sus inicios 12 años atrás. También es interesante observar quién y qué está atacando a Venezuela y por qué nos clasifican como una “sociedad fracasada”, el “eje del mal” o un “Estado terrorista”.
Hay que estar claro: la alternativa a la Revolución Bolivariana es el fascismo nacional y continental. Esto es para nada una imaginación ideológica porque quedó demostrado y comprobado suficientemente después del golpe militar de 2002. Esta es la razón principal por la que apoyamos con nuestra crítica constructiva el gobierno de Caracas.
En condiciones normales de unas elecciones parlamentarias justas la Revolución Bolivariana no tendría ningún problema para ganar la mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional. El pueblo trabajador de Venezuela, que ya por sí representa la mayoría de dos tercios de la esperanza emancipatoria, sabe muy bien lo que sucedería en caso de que los administradores del ‘Caracazo’ llegasen al poder otra vez.
Sí, hoy HAARP siembra el viento del sabotaje, pero cosechará una tormenta electoral, la victoria popular.
franz@franzlee.org.ve
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